EFE.- La Audiencia de Alicante ha confirmado una pena de diez años de prisión para el homicida confeso de una transexual, en una sentencia hecha pública hoy que establece también una indemnización de 200.000 euros para el viudo de la víctima.
El fallo recoge el veredicto de un jurado popular que respaldó un acuerdo previo entre la fiscalía y las defensas, y que implica, además, un año y casi cinco meses de cárcel de condena para otro procesado por el encubrimiento del crimen.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 21 de julio de 2015, en un piso ubicado en la avenida de la Condomina, en el barrio alicantino de la Albufereta, que ambos acusados habían alquilado para pasar unas vacaciones en la ciudad.
El homicida, Ilan Laouni R.M., de 22 años y nacionalidad francesa, conoció de madrugada a la víctima, una transexual brasileña identificada como Lyssa Da Silva, y mantuvo con ella relaciones sexuales al regresar a su domicilio.
A continuación se produjo una discusión entre ambos en la que este acusado, tal y como él mismo confesó en el juicio celebrado la pasada semana, propinó varios puñetazos en el cráneo y la cara a la perjudicada, así como una serie de patadas en el abdomen que le ocasionaron la muerte.
Tiempo después apareció su amigo, Daoud D., que le ayudó a deshacerse del cadáver en el ascensor del edifico y a limpiar la sangre en el escenario del crimen.
La fiscalía y las defensas de ambos acusados llegaron a un acuerdo antes del juicio para que Ilan Lauoni R.M. y Daoud D. se declararan autores de un delito de homicidio y otro de encubrimiento, respectivamente.
Dicho acuerdo comportaba la imposición de diez años de cárcel para el primer acusado y un año, cuatro meses y 27 días de prisión para el segundo, y fue ratificado después en un veredicto por unanimidad de un jurado popular.
Un colectivo local de homosexuales, transexuales, lesbianas y bisexuales ha expresado sus críticas a la actuación de la fiscalía en este caso, pues considera que la muerte de Lyssa Da Silva fue un caso de «transfobia» y tendría por ello que haber recibido un mayor castigo como «delito de odio».
La sentencia hecha pública hoy, de la que ha sido ponente la magistrada Francisca Bru, no se pronuncia sobre esa posibilidad porque fue excluida de la acusación y fija, por otro lado, en 200.000 euros la indemnización que el homicida tendrá que pagar al viudo de la fallecida.