La Razón.- Ben Raymond, aseguraba que quería “un territorio blanco” porque los extranjeros iban al país británico a reemplazar, violar y asesinar a nuestra gente”
Ben Raymond, de 32 años, cofundó la organización National Action en 2013, que promovía “la limpieza etnica y los ataques contra las personas LGTBI y los liberales”. Prohibido por la legislación contra el terrorismo en diciembre de 2016 tras convertirse en el primer grupo de extrema derecha en ser proscrito desde la Unión Británica de Fascistas en 1940, Raymond ayudó a Acción Nacional a transformarse en un nuevo grupo, NS131 (acción capitalista nacionalsocialista). Ahora, el Tribunal de la Corona de Bristol ha condenado a Raymond a una pena de prisión de ocho años, más otros dos de libertad provisional.
El juez Christopher Parker afirmó que planeaba reclutar a jóvenes en sus filas por su papel de “jefe de propaganda” y que su misión era “prepararlos”. Él había estado involucrado en grupos y se unió a chats grupales, diseñó propaganda y continuó asociándose con otras figuras destacadas de sus mismas ideas. El juez le dijo a Raymond que cumpliría cinco años y cuatro meses de prisión antes de que pudieran considerarlo para la libertad condicional
“Usted tenía la intención de que el material se utilizara para reclutar nuevos miembros, y específicamente nuevos miembros jóvenes”, dijo. “Está claro que este material de propaganda estaba dirigido a estos jóvenes. En efecto, estos jóvenes corrían el riesgo de ser preparados por su material para cometer actos de extrema violencia racial con los que Acción Nacional sin duda simpatizaba”, le dijo a Raymond, a quien se le culpó de ser miembro de una organización proscrita contraria a la sección 11 de la Ley de Terrorismo.
“Las opiniones de la organización son, sin duda, repugnantes para muchas personas en el Reino Unido. Este es un grupo extremadamente pequeño de personas que no está realmente involucrado en actividades terroristas violentas. Tampoco es uno que tenga una estructura en términos de estar organizado en células en la guerra de guerrillas militarista, como Al-Qaeda o el Ejército Republicano Irlandés“.
Además, Raymond fue condenado por dos cargos de posesión de un documento o registro de uso de un terrorista en contra de la sección 58 de la ley, aunque fue absuelto de otros cuatro delitos similares. El fiscal le comparó con el jefe de propaganda de Adolf Hitler, Joseph Goebbels, y dijo que él mismo evitaba planear ataques o acumular armas. En cambio, se describió a Raymond como la “cara pública” de Acción Nacional.
Según las autoridades, los miembros tenían acceso a rifles, escopetas de acción de bomba, machetes, ballestas y gas lacrimógeno. Raymond concedió una entrevista para la BBC en 2015 y aseguraba que quería “un Reino Unido blanco” porque los extranjeros iban al país británico a reemplazar, violar y asesinar a nuestra gente”. También publicó dos libros, en los que se reflejaban sus polémicas ideas. “Nadie ha obtenido nada siendo ‘moderado’. Nadie ha llegado a ningún lado siendo ‘amable”, decía en uno de sus libros.
En abril, había sido acusado por detectives de la Unidad contra el Terrorismo de West Midlands después de ser entrevistado bajo precaución durante tres días en una estación de policía en Wiltshire. El ex portavoz del grupo, Jack Renshaw, socio de Raymond, fue encarcelado por un complot terrorista para asesinar a su diputada local Rosie Cooper en Lancashire, y Zack Davies, también del contacto del jefe de propaganda y que intentó asesinar a un hombre con un martillo y un machete, fue condenado a cadena perpetua.
El racismo es una asignatura pendiente en un país como Reino Unido, que ha intentado combatirlo en los últimos años aunque varias personas o grupos como Acción Nacional todavía tratan ese tipo de ideas a día de hoy.
