La Justicia eslovaca sentenció a cuatro años de cárcel a Marian Kotleba, cabecilla del Partido Popular Nuestra Eslovaquia de extrema derecha y miembro del parlamento
EL PERIÓDICO.- La Justicia eslovaca ha condenado a cuatro años y cuatro meses de prisión al líder del Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS), Marian Kotleba, con representación en el Parlamento, por un delito de apología y uso de simbología nazi.
Aunque la decisión no es definitiva, puesto que Kotleba ha apelado ante el Tribunal Supremo, el fallo es ya histórico pues se trata de la primera vez que un tribunal del país condena a prisión a un miembro del Parlamento.
Mensajes nazis
El LSNS fue la cuarta fuerza más votada durante las pasadas elecciones parlamentarias de febrero, con el 8 por ciento de los votos, dándole así 17 representantes en el Consejo Nacional.
El Tribunal Penal Especializado de Pezinok, cerca de Bratislava, ha fallado en contra de Kotleba, a quien se le ha castigado después de que en 2017 y con motivo del aniversario de la declaración del estado eslovaco títere de la Alemania Nazi en 1939, repartiera cheques a tres familias por valor de 1.488 euros.
La combinación de números 1488 es utilizado por los grupos de extrema derecha y supremacistas para hacer referencia, entre otras cosas al saludo nazi, ‘Heil Hitler’, pues la letra H ocupa el octavo lugar en el alfabeto latino.
El 14, por su parte, es en referencia a las ‘catorce palabras’ pronunciadas por el líder supremacista blanco David Lane: «Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y un futuro para los niños blancos«.
Discursos racistas
El juez del caso ha explicado que Kotleba se sirvió por entonces de su cargo como presidente de la región de Banská Bystrica, en el norte del país, para «dar a conocer públicamente esta ideología» través de una entrega de cheques «teatral» que nada tenía que ver con ayudar a familias necesitadas, informa el diario eslovaco ‘Pravda’.
Kotleba, de 43 años, es conocido por sus ataques contra la minoría gitana del país y ha sido puesto bajo custodia policial en varias ocasiones, acusado de provocar disturbios raciales y poner en peligro la democracia.
A la espera de que el Supremo se pronuncie, ya el año pasado, el Alto Tribunal rechazó una petición del fiscal general de Eslovaquia, Jaromir Ciznar, para ilegalizar el LSNS, puesto que sus actividades no sólo son contrarias a la Constitución, sino que también pretenden destruir el sistema democrático.