ABC/J.J. MADUEÑO.- Los padres de Julen denunciaron a Camilo de Ory después de una serie de comentarios despectivos sobre el niño.
Fue un 13 de enero. Durante un día de campo, Julen cayó a un pozo. Murió en el acto. Comenzaron 13 días para intentar sacarlo de aquel agujero. Jornadas largas, llenas de tensión, en las que sus padres se desesperaban y rezaban buscando un milagro que se lo devolviera con vida. En medio de aquella angustia un escritor se hizo el gracioso y comenzó a hacer chistes de mal gusto en Twitter. Cuatro años después, Camilo de Ory ha sido condenado a 18 meses de prisión por estos comentarios.
Aquellos mensajes fueron denunciados ante la Policía Nacional por los padres del pequeño. El Juzgado de Instrucción 6 de Madrid se hizo cargo. Aquellos comentarios se habían difundido desde la capital de España. Los posibles delitos que se hubieran cometido se debían dirimir allí. Así comenzó una lucha por salvaguardar la dignidad del menor.
«Julen, el espermatozoide de Dios» o «Cómo has podido caer tan bajo, Julen» eran mensajes que dolían. Los padres tuvieron que soportar la sorna después de la tragedia. José Roselló intentó ponerse en contacto con el tuitero, pero éste nunca se disculpó.
Vieron la única solución a su dolor en la Justicia. Después de la denuncia, Camilo de Ory consiguió que la causa fuera en procedimiento abreviado. La Audiencia Nacional le dio la razón, pero la abogada Antonia Barba, casó la resolución y consiguió que el Tribunal Supremo considerada «precipitado» el sobreseimiento provisional.
Esto reabrió un caso finiquitado. Camilo de Ory interpuso un incidente de nulidad, recurrió en amparo al Constitucional y solicitó la suspensión del juicio mientras éstos se revolvían. Sin embargo, la vista quedó fijada para el 22 de diciembre de 2022.
Camilo de Ory dijo que eran textos satíricos para criticar el sensacionalismo de la prensa ante una cobertura mediática de «bochornosa». No resultó. El Juzgado, tras examinar los argumentos considera que se cometió un delito contra la integridad moral. Por esto condena al tuitero a 18 meses de prisión y a indemnizar con 6.000 euros a los padres de Julen. La sentencia se puede recurrir.