elDiario.es.- Dos agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria han sido condenados por un delito de odio. El 12 de febrero de 2021, en torno a las 21.45 horas y estando fuera de servicio, agredieron a cuatro personas que paseaban por la ciudad. »¿Tú qué haces en mi isla?“, »sudaca de mierda» o ”moro“ son algunas de las expresiones con las que los agentes trataron de humillar a los ciudadanos al escuchar que conversaban ”con acento argentino», tal y como se recoge en los hechos probados de la sentencia.
Los policías han sido condenados a un año de prisión como responsables de un delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas. También han sido inhabilitados durante cinco años para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con la educación. Durante un año tampoco podrán desempeñar cualquier empleo que implique la condición de autoridad pública o agente de la autoridad. Ambos han sido también condenados por cuatro delitos leves de lesiones.
»Nosotros somos la autoridad»
La noche del 12 de febrero, »con la intención de ofender la dignidad de los extranjeros inmigrantes, humillando de palabra y obra a los que se encontrasen», los policías locales se dirigieron a los cuatro ciudadanos en tono despectivo. Después, comenzaron a pegarles en la cabeza con manotazos y bofetones. Durante la agresión, se identificaron como policías, mostrando su placa profesional y gritando »nosotros somos la autoridad».
En ese momento, los agentes se percataron de que otro transeúnte que pasaba por allí »parecía ser extranjero». »Atendiendo a su aspecto asiático de piel oscura, se dirigieron diciéndole en tono despectivo »negro» y expresiones semejantes», subraya la sentencia. Se trataba de un ciudadano nepalí que también recibió golpes en la cabeza, bofetones y empujones. A él también le enseñaron su placa policial en el curso de la agresión. La agresión cesó cuando apareció la Policía Nacional, que consiguió separar a los agentes. Según la declaración de los policías nacionales en el juicio, los policías locales tenían una actitud »bastante violenta».
Tal y como relataron los agredidos durante el juicio, algunos vecinos que pasaban por el lugar pidieron a los policías que pararan. Sin embargo, estos respondieron mostrando su placa, haciendo que los residentes dejaran de intentar frenar la agresión.
Además del »natural sentimiento de menosprecio» por este ataque racista, los condenados provocaron en los agredidos diferentes daños físicos. Uno de ellos sufrió un esguince en el pulgar izquierdo, contusiones en la cara y una contusión en el oído izquierdo. El hombre estuvo incapacitado para sus ocupaciones habituales durante diez días.
Los agentes tendrán que pagar indemnizaciones de mil euros a cada uno de los agredidos por lesiones y daños morales. La cifra asciende a 5.833,09 euros en total.