Marca.- Benjamin Monk, el oficial de policía británico que mató a Dalian Atkinson, exjugador del Aston Villa y la Real Sociedad durante la década de los 90, ha sido condenado la semana pasada a ocho años de cárcel tras la sentencia del juez Melbourne Inman QC en la corte de la corona de Birmingham. Es la primera condena por homicidio a un policía británico desde hace treinta años.
El juicio, que comenzó el pasado mes de mayo, ha declarado culpable al agente después de demostrar que los 33 segundos de disparo de la pistola Taser y las dos patadas propinadas en su cabeza cuando el exfutbolista estaba inconsciente fueron las causantes de la muerte.
Los hechos
Hay que remontarse al 15 de agosto de 2016. El jugador perdió la vida 90 minutos después de haber recibido una descarga eléctrica en la localidad inglesa de Telford, en el condado de Shropshire. El departamento de policía de West Mercia indicó, por entonces, que los agentes recibieron una llamada de alerta durante la madrugada con relación a un incidente en el que estaba en juego la «seguridad de un individuo».
La fiscal Alexandra Healy relató que fueron los propios vecinos quienes alertaron a la policía tras un desencuentro en casa del padre del futbolista, ubicada en Meadow Close. El incidente nocturno que involucró a los agentes y a Atkinson, de 48 años, duró seis minutos.
Inman apuntó que «durante cinco minutos [Monk] estuvo lidiando con una situación impredecible y sin duda aterradora en la que se enfrentó a un hombre que tuvo que ser restringido y controlado debido al nivel de amenaza que representaba. A partir de ese momento, cuando Atkinson cayó al suelo, fue cuando usó la fuerza más allá de lo razonable en las circunstancias». El exfutbolista del Aston Villa y la Real Sociedad había gritado que era el «Mesías», había roto un vidrio en una puerta y el juez dijo que Monk había tratado de calmarlo. El juez aceptó el remordimiento genuino de Monk pero subrayó que la violencia excesiva que utilizó estaba fuera de lugar.
Atkinson fue pateado con tanta fuerza que su sangre se encontró en los cordones de las botas policiales de Monk así como las huellas de estas en la frente del exdelantero. El propio oficial de policía fue visto, según testigos, pisando con su bota la cabeza de Atkinson. En aquel momento el exjugador ya estaba inconsciente y terminaría falleciendo después de 70 minutos.
Benjamin Monk, el oficial de policía británico que mató a Dalian Atkinson, exjugador del Aston Villa y la Real Sociedad durante la década de los 90, ha sido condenado la semana pasada a ocho años de cárcel tras la sentencia del juez Melbourne Inman QC en la corte de la corona de Birmingham. Es la primera condena por homicidio a un policía británico desde hace treinta años.
El juicio, que comenzó el pasado mes de mayo, ha declarado culpable al agente después de demostrar que los 33 segundos de disparo de la pistola Taser y las dos patadas propinadas en su cabeza cuando el exfutbolista estaba inconsciente fueron las causantes de la muerte.
Los hechos
Hay que remontarse al 15 de agosto de 2016. El jugador perdió la vida 90 minutos después de haber recibido una descarga eléctrica en la localidad inglesa de Telford, en el condado de Shropshire. El departamento de policía de West Mercia indicó, por entonces, que los agentes recibieron una llamada de alerta durante la madrugada con relación a un incidente en el que estaba en juego la «seguridad de un individuo».
La fiscal Alexandra Healy relató que fueron los propios vecinos quienes alertaron a la policía tras un desencuentro en casa del padre del futbolista, ubicada en Meadow Close. El incidente nocturno que involucró a los agentes y a Atkinson, de 48 años, duró seis minutos.
Inman apuntó que «durante cinco minutos [Monk] estuvo lidiando con una situación impredecible y sin duda aterradora en la que se enfrentó a un hombre que tuvo que ser restringido y controlado debido al nivel de amenaza que representaba. A partir de ese momento, cuando Atkinson cayó al suelo, fue cuando usó la fuerza más allá de lo razonable en las circunstancias». El exfutbolista del Aston Villa y la Real Sociedad había gritado que era el «Mesías», había roto un vidrio en una puerta y el juez dijo que Monk había tratado de calmarlo. El juez aceptó el remordimiento genuino de Monk pero subrayó que la violencia excesiva que utilizó estaba fuera de lugar.
Atkinson fue pateado con tanta fuerza que su sangre se encontró en los cordones de las botas policiales de Monk así como las huellas de estas en la frente del exdelantero. El propio oficial de policía fue visto, según testigos, pisando con su bota la cabeza de Atkinson. En aquel momento el exjugador ya estaba inconsciente y terminaría falleciendo después de 70 minutos.
La sentencia y el ejemplo de los poderes públicos
«El factor agravante es que cometió ese delito mientras ejercía sus funciones como oficial de la Policía», añadió. «La Policía desempeña un papel central e importante en el mantenimiento de la ley en nuestra sociedad. La sentencia refleja la importancia de mantener la confianza del público en nuestra policía. Aunque fueron circunstancias difíciles, no actuó adecuadamente y, a medida que se desarrollaron los hechos empleó una fuerza excesiva propinándole dos patadas en la cabeza que -junto con la descarga eléctrica- causaron la muerte del señor. Atkinson» «.
Después de su condena, se espera que Monk se enfrente a una audiencia disciplinaria por vía rápida y sea despedido de la policía, a la que ingresó en 2002.
Una carrera vinculada al Aston Villa y la Real Sociedad
Durante los 16 años que duró su carrera deportiva Atkinson militó en las filas de la Real Sociedad durante una temporada en 1990. Igualmente, jugó en el Aston Villa, el Ipswich Town y el Sheffiel Wednesday. Su retirada del mundo del fútbol se produjo en 2001.