Un juzgado castiga la agresión con 10 meses y reactiva una sentencia anterior de otros 10 meses, también por una agresión racista
EL CONFIDENCIAL.- Ellie Burns tiene 21 años y el pasado mes de agosto fue a juicio por una agresión racista contra un taxista de Leeds, en el norte de Inglaterra. Los hechos se remontan al pasado 29 de abril, cuando Burns, después de haber consumido vodka y cocaína, insultó y dio un puñetazo a un taxista, antes de encararse con los cinco policías que se encargaron de detenerla.
El juez la sentenció a diez meses de prisión, que quedaron en suspenso si no volvía a incurrir en un episodio similar. Sin embargo, solo 25 días después de aquel juicio, la mujer de 21 años ha vuelto a protagonizar un episodio xenófobo. Esta vez ha sido en el mercado de Kirkgate, en la misma ciudad de Leeds, donde ha atacado a dos mujeres musulmanas.
El juzgado de Bradford que ha juzgado los hechos ha explicado que las dos mujeres se quejaron de que la canción que estaba cantando Ellie Burns era racista. Su reacción no se hizo esperar: primero escupió a una de las dos víctimas antes de golpearla y quitarle el hijab; después, dio una bofetada y empujó a la segunda mujer.
Dos penas de 10 meses
El fiscal, Giles Bridge, señaló que el incidente había dejado a ambas «víctimas profundamente angustiadas» y añadió que Ellie Burns también había arañado a un policía que acudió al lugar de los hechos. La mujer fue llevada a juicio y se ha declarado culpable de dos delitos de agresión común agravada con racismo y de agredir a un agente de policía.
La mujer recibió una sentencia de 10 meses que quedó en suspenso, pero el segundo ataque racista la llevará a prisión un total de 20 meses
Tal y como recoge The Independent, el juez Jonathan Durham Hall ha dictado una sentencia de 10 meses de cárcel y ha reactivado la sentencia anterior, por lo que Burns pasará en prisión un total de 20 meses.
La abogada de Burns, Camille Morland, ha querido excusar las acciones de su cliente basándose en el abuso del alcohol y las drogas y por estar sufriendo un grave trauma emocional. Según la letrada «cuando está sobria y tranquila, es perspicaz y reflexiva. Cuando está intoxicada, es otra historia».