D. Stefano Sannino
Embajada de Italia
Madrid. España
Nos concentramos conmocionados por el asesinato de Angelica de 4 años, Francesca de 8 años y Eilizabeth de 20, tres hermanas gitanas que dormían junto a otros miembros de su familia en una caravana que fue atacada por un encapuchado que lanzó un coctel molotov generando una explosión y llamas que calcinó al vehículo y a las víctimas.
Este crimen de odio se produce en un contexto de grave clima de xenofobia e intolerancia antigitana que se está viviendo en toda Europa. Las persecuciones en Hungría y Chekia, las expulsiones en Francia, recordemos también episodios racistas en Italia como la muñeca bomba que acabó con la vida de una niña gitana en Roma, las cacerías de Turín, las arengas antigitanas del alcalde de Trevisso, las elaboraciones de ficheros de personas gitanas condenadas por el Parlamento Europeo y tantos otros hechos que muestran que el antigitanismo sigue existiendo en la moderna Europa.
El crimen de odio que acabó con la vida de las tres hermanas gitanas no puede quedar sin justicia. Las autoridades italianas deben de encontrar al culpable o a los culpables de tan horrorosa barbarie, además de tomarse en serio la lucha contra el racismo y cualquier forma de intolerancia, persiguiendo toda conducta discriminatoria y todo delito de odio. Es preciso lograr un mayor compromiso de las instituciones en defensa de la dignidad y universalidad de los derechos humanos.
En Europa los crímenes de odio racistas están a la orden del día, protagonizados en numerosas ocasiones por grupos neonazis o lobos solitarios. Hemos podido comprobar que sus víctimas vienen a reproducir la victimación que se vivió en los años anteriores a la gran tragedia del Holocausto. En efecto, judíos, gitanos, homosexuales, negros, inmigrantes, musulmanes, transexuales, personas sin hogar y otros colectivos estigmatizados siguen sufriendo ataques en medio de un clima de intolerancia alimentado por la propaganda que se vierte en Internet y las redes sociales, siendo el discurso de odio antigitano el que ocupa uno de los principales lugares por su difusión sin que las instituciones acometan seriamente el problema. Y es en ese clima en el que se cometen estos crímenes.
Las instituciones han de escuchar las voces ciudadanas de alarma que se extienden por el continente y han de tomarse en serio estos crímenes que nos anuncian nuevos tiempos de dolor y sufrimiento, disponiéndonos todos, colectivamente, a defender y luchar por la dignidad de las personas y los derechos humanos. De no ser así mostraremos, no solo nuestra complicidad de silencio, también la indolencia que conduce a la barbarie, reproduciendo aquello que decía el historiador romano, Cornelio Tácito: “Unos pocos cometieron la atrocidad, algunos más la aplaudieron, pero todos la consintieron”.
Queremos reclamar e invitar a la ciudadanía de bien a exigir a las instituciones que actúen con firmeza y a fondo contra esta lacra que daña a la humanidad, a movilizarse en solidaridad con el pueblo gitano y a trasladar nuestro acompañamiento en el dolor a la familia de las niñas gitanas.
Firmantes
Unión Romaní de Madrid , Movimiento contra la Intolerancia, Consejo de Víctimas de Delitos de Odio, La Pastoral Gitana, Casa de Paz, Feministas por la Diversidad, Memoria Holocausto Gitano, asociación Hispano Rumana SALVA y Fedrom, Asociación de Periodistas Gráficos Europeos.