DOS MANZANAS.- Otra buena noticia que nos llega de Chile y que hace pensar que el proceso de normalización social de la homosexualidad en ese país parece imparable. Apenas unos días después de que un joven militar saliera del armario las aguas se mueven también en el plano político con un concejal de la derecha que ha decidido asumir públicamente su homosexualidad.
Se trata de Cristián Loyola, de 27 años. De profesión dentista, hasta el momento era sido concejal de la formación de centro-derecha Renovación Nacional en la región del Biobío (de donde, por cierto, también es oriundo Mauricio Ruiz, el marino que ha salido del armario), partido que precisamente acaba de abandonar debido a su falta de apoyo a los proyectos de inclusión de las minorías sexuales, como el acuerdo de vida en pareja o el matrimonio igualitario. Loyola se ha integrado en Amplitud, otra formación de centro-derecha de reciente creación, y que no dudó en arroparle en la rueda de prensa en la que anunció la noticia. Loyola también contó con el respaldo de Fundación Iguales y del MOVILH (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual), organización de la que ocupará el cargo de portavoz de la zona sur de Chile.
El propio Loyola describe la importancia de su decisión explicando que “en la derecha hay homosexuales como yo. En muchos sectores hay un conservadurismo que impide la igualdad de derechos. Vengo a contribuir a que ello cambie”. A ello se suma que la región de la que es representante es calificada por él mismo de muy conservadora, circunstancia que espera que sirva para que su “aporte a la no discriminación sea doble”.
Entre las reacciones a la noticia destaca la del senador Víctor Pérez, de la Unión Demócrata Independiente (UDI, situado aún más a la derecha), que afirmó que la sexualidad de las personas “no es tema”. Según Pérez, la decisión de Loyola debe respetarse, pero lo importante es que desempeñe bien su cargo. El senador conservador añadió que los homosexuales están en su derecho de participar en política pero no pueden pretender que todos piensen como ellos, quejándose de que cada vez que existía una “discrepancia” con esta comunidad se terminaba en tribunales. Unas declaraciones representativas de la ambivalencia con que se recibe una noticia así cuando no se quiere manifestar una abierta homofobia pero tampoco se asume claramente la realidad LGTB.
Esta noticia viene a sumarse a otras que apuntan a una creciente aceptación de la realidad LGTB en Chile. Como hemos recogido en esta página, hace pocos días un miembro de las Fuerzas Armadas de Chile, Mauricio Ruiz, de 24 años, reconocía públicamente su homosexualidad. Las circunstancias de su salida del armario fueron también sintomáticas del momento que vive el país. Por una parte ofreció una rueda de prensa en la sede de MOVILH, en presencia de su pareja, de diversos políticos, de representantes de las embajadas de Finlandia y de la Unión Europea, así como de destacados activistas LGTB chilenos. Sin embargo, a pesar de contar con el beneplácito de sus superiores para hablar sobre su orientación sexual, ningún oficial de la Armada hizo acto de presencia.
Otros signos del proceso que está viviendo Chile son los planes de aprobar el acuerdo de vida en pareja y la postura favorable al matrimonio igualitario de la actual presidenta, Michelle Bachelet. Asimismo, aunque es verdad que el país se ha visto sacudido por preocupantes crímenes de odio contra las personas LGTB -hace un mes nos hacíamos eco de un nuevo asesinato, en esta ocasión de una mujer transexual, Zaconi Orellana- también es cierto que ha habido respuesta legislativa en la conocida como “ley Zamudio”, en memoria del joven gay brutalmente asesinado en 2011. Una ley sobre la por cierto el MOVILH acaba de presentar una propuesta de modificación para solucionar algunas de sus insuficiencias.
