Malestar entre las comunidades judías tras el polémico acto del domingo en Mauthausen. Piden al Govern que cese en una estrategia «equivocada» que «les incomoda bastante»
PALOMA ESTEBAN. EL CONFIDENCIAL.- La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) no esconde su malestar tras lo sucedido el pasado domingo, cuando el Govern usó un homenaje a las víctimas españolas del nazismo en Mauthausen para citar a los exdirigentes catalanes en prisión por el ‘procés’. La propia ministra de Justicia, Dolores Delgado, abandonó el acto —enmarcado en todos los que se celebran en recuerdo a las más de 8.000 víctimas españolas— para mostrar su desacuerdo e insistir en que las “expresiones excluyentes” utilizadas en la ceremonia “chocaban frontalmente” con los valores que surgieron de este campo de exterminio” y “con los miles de españoles que perecieron aquí en unas condiciones brutales simplemente por ser luchadores y defensores de la democracia y la libertad”.
El secretario general de la FCJE, Elías Cohen, reconoce a este diario que “comparar el peor crimen de la humanidad con la situación de los políticos catalanes presos” simplemente “insulta la memoria de las víctimas”. Además de ver “una comparación absurda”, en la federación que aglutina a las comunidades judías que hay en España ven “una estrategia mal planteada y moralmente abierta”, que entienden responde a que el nazismo “es el paradigma del mal absoluto”. “Es decir, todo lo que se compare con él, ya es el mal. Hay una estrategia clara de maniqueo para decir en un lado están los buenos y en otro los malos”, zanjan.
Cohen insiste en que la FCJE no entrará a valorar de ninguna manera la situación en Cataluña, pero sí reconoce que la comparación con el nazismo “es una banalización terrible del Holocausto” que, como todas, “la vemos muy mal porque lo vacía de contenido”. Una similitud que “incomoda bastante a las comunidades judías” y “no creemos que deba continuar”.
En concreto, lo que sucedió el pasado domingo fue que la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, calificó de “presos políticos” a los miembros del gobierno catalán en prisión preventiva. Domènech hizo esta referencia al recordar que la placa de homenaje fue colocada hace dos años por el entonces ‘conseller’ de Asuntos Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, uno de los exmiembros del Govern en prisión preventiva acusados de distintos delitos en relación a la organización de la consulta en 2017. La titular de Justicia decidió entonces abandonar el acto, al que más tarde volvió, a modo de protesta.
Las comunidades judías recuerdan que no es la primera vez que la Generalitat hace uso de las víctimas del nazismo en su particular lucha por el ‘procés’. En el mes de marzo, la consejera de Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, recurrió a la víctima del Holocausto, Ana Frank, para defender que el Govern pudiera seguir exhibiendo lazos amarillos en apoyo a la causa independentista. La embajada israelí decidió entonces interpelarla directamente, tachando de “vergüenza” esa utilización. El ministro consejero de la embajada en España, Assaf Moran remarcó que “nada podía compararse con el holocausto para promover una causa política”.