Las declaraciones de la jueza María Elósegui sobre la homosexualidad y la transexualidad indignan a los colectivos a favor de los derechos LGTBI. «¿Qué confianza nos puede dar a las personas LGTBI?», se pregunta la presidenta de la Plataforma por los Derechos Trans, Mar Cambrollé. La homosexualidad salió definitivamente en 1990 del manual de trastornos de la OMS, que mantiene la transexualidad aunque la sacará del capítulo de enfermedades
MARTA BORRAZ. ELDIARIO.ES.- «Escandaloso», «triste», «grave». Son algunos de los adjetivos que los colectivos LGTBI utilizan para calificar las declaraciones de la jueza María Elósegui, que representará a España en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Las declaraciones, en las que afirma que «la homosexualidad produce patologías» o que las personas trans deben someterse a terapias «psicológicas y psiquiátricas», han indignado a las personas trans, bisexuales, lesbianas y gays, que dudan de las garantías que una magistrada con este tipo de opiniones puede darles ante el tribunal.
«No se puede contemplar una perspectiva de derechos humanos ni defenderlos sin tener en cuenta los derechos de las personas LGTBI y con opiniones directamente homófobas», explica Jesús Generelo, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). «Nos parece muy triste que este Gobierno siga dejando de lado como una cuestión menor temas tan importantes como la LGTBIfobia».
Lo mismo opina Rubén López, portavoz del Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia, que concluye: «El Gobierno de Rajoy ha propuesto una jueza homófoba para el tribunal. Es algo escandaloso». Aunque el Ejecutivo intentó colocar al magistrado Francisco Pérez de los Cobos, fracasó y finalmente la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa eligió a la catedrática María Elósegui, una de los tres propuestos.
Para López, las afirmaciones que la jueza hace vinculando promiscuidad y patologías con la homosexualidad «recuerda al pasado» y evoca «prejuicios que ya deberían ser eliminados de la sociedad española y, sobre todo, que no se esperan de una funcionaria pública que va a trabajar en uno de los tribunales más importantes del mundo».
La doctrina de Elósegui aparece desarrollada en varios artículos, libros y publicaciones en las que carga contra la transexualidad al asegurar que «quienes construyan su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías».
Contraria a organismos internacionales
La Plataforma por los Derechos Trans hace hincapié en que sus opiniones son contrarias a lo que establecen la mayor parte de organismos internacionales y las legislaciones más avanzadas, que han iniciado el camino de la despatologización de la transexualidad. «Es muy grave y una gran contradicción que esta representante no respete la identidad humana en toda su diversidad y que haga declaraciones, no solo tránsfobas, sino obsoletas», dice la presidenta de la plataforma Mar Cambrollé. «¿Qué confianza nos puede dar a las personas LGTBI?», se pregunta.
De hecho, la propia ley que critica Elósegui en sus intervenciones, la Ley de Identidad de Género aprobada por el gobierno socialista en 2007, ya ha iniciado los trámites en el Congreso para reformarse. Precisamente para que las personas trans puedan modificar su sexo y nombre legalmente sin declararse enfermas. La propuesta contó con el apoyo de casi todos los grupos el pasado mes de noviembre, salvo el PP y UPN. La base de la misma es la autodeterminación del género.
«Es lo que dicen organismos internacionales como el Consejo de Europa o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y organizaciones como Amnistía Internacional», concluye Cambrollé. Ya en 2015 el Consejo de Europa adoptó una resolución que insta a los Estados a » garantizar que las personas transexuales, incluidos las menores, no sean considerados como enfermos mentales».
Generelo también recuerda la línea que han marcado los organismos internacionales: «Es muy preocupante que una defensora de los derechos humanos tenga opiniones tan estigmatizantes». El presidente de la FELGTB recuerda que la homosexualidad logró salir definitivamente de la lista de trastornos mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990. La transexualidad, por su parte, continua en el manual, pero en la actuación que publicará en 2018 saldrá del capítulo de trastornos y pasará a llamarse «incongruencia de género».