La Razón.- Los arrestados propinaron golpes con su muleta al joven, que sigue ingresado en el hospital.
Según adelantado la Cadena SER Catalunya, los Mossos d’Esquadra han detenido a cuatro jóvenes de 18 y 19 años y han denunciado a otros cuatro por apalear apulear presuntamente a un chico discapacitado, que continúa ingresado en el Hospital de Calella, en el Maresme. La misma emisora explicó que el brutal incidente gresión se produjo este fin de semana durante la Fiesta Mayor del municipio.
Avanzando más detalles de la agresión, los acusados pegaron puñetazos y patadas a la víctima, sirviéndose, incluso, de la muleta que utiliza este joven de 28 años. Debido a las lesiones, la víctima tuvo que ser intervenida de urgencia y ha perdido el bazo. El juzgado de guardia ha dejado a los acusados en libertad provisional.
Siguiendo con el relato de la emisora de radio, pasadas las 400 horas de la madrugada, la víctima acudió a los lavabos. En torno al campo de fútbol, el joven se cruzó con un grupo de chicos. Uno de ellos le dio un golpe por el que casi cae al suelo. Según la denuncia de la víctima, le recriminó el tropiezo, haciéndole ver que camina con una muleta, ya que tiene una prótesis porque le falta una pierna. En respuesta, el acusado le espetó: “Cállate la boca, cojo de mierda”.
Enseguida, la víctima se vio rodeado por cinco chicos que le derribaron entre dos vehículos aparcados y empezaron a darle puñetazos y patadas por todo el cuerpo. Según el relato de la víctima, el joven tuvo tiempo solo de proteger su prótesis bajo uno de los vehículos y cubrirse la cara con las manos. En el suelo, entre golpes y ciegas, sentía cuantos más chicos se sumaban a la paliza y se animaban para seguir golpeándolo.
Según los testigos que han recogido hasta ahora los investigadores, los acusados “no pararon hasta que les separaron de la agresión y dejaron a la víctima inconsciente en el suelo”. Luego, huyeron corriendo. Tres chicas, que presenciaron la agresión, asistieron al joven. Tras alertar a la policía, la ambulancia le trasladó al Hospital de Calella, que le atendió por varias contusiones en el hombro, las costillas o la espalda.