Telecinco.- Tres días después de que un partido juvenil de fútbol en Vitoria se convirtiera en una bochornosa batalla campal, la policía ya ha identificado a uno de lo sospechosos de haber originado la pelea en la que finalmente, se vieron implicados un centenar de personas, entre jugadores y aficionados. Se sospecha que son varios chavales jóvenes, ajenos a ambos clubes, los que están detrás de la monumental bronca que ha sacado, de nuevo, los colores al fútbol base en Euskadi. Además, mientras la investigación continúa, ya se ha registrado la primera denuncia en relación a estos hechos.
Este pasado fin de semana el campo de Sansomendi, en Vitoria acogía el encuentro de Liga Vasca Juvenil entre el Lakua y el Indautxu. Un partido que terminó convertido en una salvaje pelea en la que participaron al menos un centenar de personas y que, hasta el momento, se ha saldado con cero detenidos. El pasado mes de octubre, el entrenador del Sestao River fue agredido por un aficionado también tras un partido de juveniles.
La trifulca fue de tal gravedad que hasta el campo de fútbol tuvieron que desplazarse hasta ocho patrullas policiales, seis de ellas de la Ertzaintza y dos más de la Policía Municipal de la capital alavesa. Se busca a un grupo de chavales que podrían estar detrás de este altercado y de algunos otros vividos en campos alaveses.
El árbitro en el acta del partido describe como “mala” la actitud del público de ambos equipos durante todo el encuentro. Una tensión que llegó al clímax cuando, tras el pitido final, jugadores del Lakua y del Indautxu comenzaron a empujarse. «Escasos segundos después, cinco aficionados saltaron al terreno de juego” y alguno de ellos agredió, presuntamente, al portero del equipo bilbaíno.
El árbitro escoltado hasta su coche
Ese puñetazo arrancó una batalla campal con un centenar de personas implicadas, entre las que había jugadores y aficionados, según el colegiado. Tanto el club vitoriano como el bilbaíno apuntan a que los agresores no eran aficionados de ninguno de los dos equipos sino simples alborotadores que buscaban pelea y que el sábado la encontraron en Sansomendi.
Coinciden en que eran chavales jóvenes, que iban encapuchados y que tras saltar al campo para buscar pelea huyeron en cuanto la policía se presentó en el lugar. Ambos clubes defienden que los aficionados que saltaron al campo lo hicieron para calmar los ánimos.
Tras lo ocurrido, la Sociedad Deportiva Indautxu hizo público un comunicado para denunciar la agresión sufrida por uno de sus jugadores: «Condenamos rotundamente y sin paliativos que estos comportamientos se sigan produciendo en instalaciones deportivas, donde debieran de imperar otro tipo de actitudes, a la vez que mostramos nuestra preocupación por la normalización de estos incidentes en los últimos años». Se muestran a disposición de las entidades competentes, con la intención de depurar responsabilidades».
El Club Deportivo Lakua ha mostrado su rechazo más absoluto ante estos hechos y se ha comprometido a facilitar las imágenes de las que disponen a las entidades competentes «con la intención de que no se vuelvan a repetir estos actos». En su comunicado desean «una pronta recuperación al jugador rival» y exclaman un rotundo «No a la violencia en el fútbol».
La Federación Alavesa de Fútbol también ha querido salir al paso de lo ocurrido para condenar los actos violentos que se vivieron este sábado 11 en el campo alavés de Sansomendi convertido en escenario de esta pelea multitudinaria. la violencia llegó a tal extremo, que fue necesario escoltar al profesional que arbitró el encuentro entre el Lakua y el Indautxu hasta su vehículo ante el temor de que pudiera ser agredido.