Carmen González, nueva número 2 de Educación, defendió también que los alumnos que «cruzan en patera no quieren estar en clase». Su primer mandato en este puesto fue con Esperanza Aguirre y defendió el «derecho a la ignorancia» de los jóvenes inmigrantes y gitanos
LAURA GALAUP. ELDIARIO.ES.- Carmen González vuelve al departamento madrileño de enseñanza. Además lo vuelve a hacer como número dos de la Consejería, como viceconsejera de Educación no Universitaria, Juventud y Deportes del gobierno de Cristina Cifuentes. Ya ocupó este cargo durante el primer mandato de Esperanza Aguirre y no pasó desapercibida. Aunque desempeñaba un puesto en segunda línea política, generó un revuelo mediático al realizar unas declaraciones en las que defendía el «derecho a la ignorancia» de los jóvenes inmigrantes y gitanos.
«Yo pienso, por ejemplo, en un chaval marroquí de 15 años. Pensemos en su mentalidad, pongámonos en su lugar. Él ha venido a trabajar, y yo le pongo a estudiar la ESO, y le doy lengua y matemáticas, y a él le importa un comino, porque él ha venido a trabajar», argumentó en una entrevista publicada por la revista Magisterio en mayo del 2004, unas palabras que no pasaron desapercibidas y que fueron muy criticadas por la oposición y por las asociaciones que trabajan con población en riesgo de exclusión social.
Durante la conversación que mantuvo con el periodista realizó varias reflexiones que generaron polémica. Por ejemplo, explicó que el «alumno que ha cruzado en patera no ha venido a estudiar 3º de ESO» y añadió que estos jóvenes le «creaban un conflicto en clase» a la Consejería de Educación porque «no quieren estar ahí».
Con esta argumentación González buscaba defender la separación de estudiantes en itinerarios diferentes, una medida que contemplaba la LOCE ( Ley Orgánica de Calidad de la Educación), la ley educativa aprobada por el gobierno de José María Aznar. Esta normativa, que fue paralizada tras la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa, planteaba que los alumnos con malos resultados académicos comenzasen a estudiar Programas de Iniciación Profesional desde 3º de la ESO.
Por eso, en esa entrevista la viceconsejera de Educación del gobierno de Cifuentes insistía en señalar que los alumnos que pertenecían a colectivos minoritarios, en riesgo de exclusión social, no querían estudiar. Para ello quiso poner también el foco en los escolares de etnia gitana: «El niño lo que quiere es ir con su padre con la fregoneta al mercado a vender fruta» ya que, según defendió, los jóvenes gitanos «han mamado una cultura en la que ascender en la escala social por formación no goza de muy buena fama» y por lo tanto «luchar contra el peso de su cultura es muy difícil».
Pidió disculpas por las «desafortunadas» declaraciones
Esta tesis educativa fue muy criticada y calificada como «racista y xenófoba» por los partidos políticos de la oposición en la Asamblea de Madrid, así como por asociaciones que trabajan con estos colectivos y que defienden los Derechos Humanos. Incluso Pedro Núñez Morgades, miembro del PP y en ese momento Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, reprobó el modelo educativo planteado por la viceconsejera al señalar que la Administración «no puede claudicar ante las dificultades». Tras la polémica desatada, González tuvo que disculparse y señaló que sus palabras habían sido «desafortunadas».
Una década después vuelve a un despacho de la Consejería de Educación. Es uno de los nombramientos aprobados la semana pasada por Cristina Cifuentes, González pasa a ocupar la Viceconsejería con más responsabilidades formativas ( Educación no Universitaria, Juventud y Deportes) se convierte así en la número 2 del departamento dirigido por Rafael Van Grieken. Su cartera aglutina las direcciones generales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria; Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial. Además de las de Innovación, Becas y Ayudas a la Educación; así como la de Juventud y Deporte. Por lo tanto, a partir de ahora, su opinión será importante a la hora de decidir sobre el modelo educativo en las enseñanzas básicas y para población en riesgo de exclusión social.
Desde la Consejería justifican el nombramiento de González, fuentes del departamento de comunicación señalan que «está avalada por su dilatada gestión en la administración pública madrileña». «Se trata de un asunto zanjado hace más de una década por la viceconsejera, que inmediata y públicamente pidió disculpas», apuntan.
Durante su primera etapa en la Consejería de Educación, formó parte del gobierno de Esperanza Aguirre. Ambas ya se conocían, no era la primera vez que trabajaban juntas y menos en temas docentes, ya que González se encargó de la Dirección General de Personal y Servicios del Ministerio de Educación, cuando la expresidenta regional ocupaba esa cartera.
Tras las críticas recibidas por las declaraciones publicadas, la presidenta del PP madrileño arropó a su viceconsejera y contó con ella hasta 2007. Coincidiendo con la llegada de Lucía Figar al departamento de enseñanza, González abandonó su puesto y no volvió a ocupar un cargo en el gobierno de Aguirre. Durante los años siguientes pasó por puestos de menor relevancia –diputada de la Asamblea de Madrid o Presidenta de la Junta Municipal de San Blas– hasta que Ignacio González la nombró a finales del 2012 viceconsejera de Turismo y Cultura.