EFE.- Varios cientos de personas, muchos de ellos inmigrantes, protestaron hoy en las calles de Atenas tras unos comentarios del ministro de Orden Público de Grecia, Nikos Dendias, en los que acusó a los sin papeles de ser personas de baja calidad.
«La calidad, la diferencia cultural de los migrantes que recibimos es trágica (…). Los inmigrantes de la ex Unión Soviética que van a Suecia tienen otro nivel. Pero nosotros tenemos que lidiar con inmigrantes de Bangladesh y Afganistán, que vienen de un mundo diferente», afirmó Dendias en declaraciones a la cadena Skaï.
La protesta vespertina fue convocada por el Movimiento contra el Racismo de Grecia y las comunidades inmigrantes en Grecia, para protestar no sólo contra estos comentarios sino también contra los controles migratorias y la actuación de las fuerzas de seguridad.
La semana pasada, un barco con más de una veintena de sin papeles se hundió frente a la costa del islote de Farmakonisi mientras era remolcado a puerto por la Guardia Costera, y doce personas -incluidos nueve niños- murieron o desaparecieron en el incidente.
Tres de los supervivientes de la tragedia explicaron este sábado que los guardacostas no solo no les ayudaron, sino que, además, les golpearon para impedir a los que habían caído subir a su barco.
Otro de los rescatados relató que vio caer a su esposa y a su hijo al mar, pero no pudo hacer nada por salvarles.
Ayer, en una sesión parlamentaria, el jefe de la Guardia Costera, el vicealmirante Dimitris Bandias, pidió perdón a las familias de las víctimas, aunque aseguró que sus hombres «hicieron lo que pudieron».
Con todo, la organización Human Rights Watch pidió hoy a Grecia que investigue en profundidad lo sucedido, uniéndose así al coro de instituciones, desde Amnistía Internacional hasta el Consejo de Europea y ACNUR, que lo exige desde la semana pasada.
En la mañana de hoy, 45 personas, en su mayoría estudiantes vinculados al partido opositor Syriza, fueron detenidos durante una manifestación ante la oficina del ministro de Marina Mercante, Miltiadis Varvitsiotis, en protesta por lo ocurrido en Farmakonisi.
Los detenidos, que posteriormente fueron puestos en libertad sin cargos, denunciaron haber sido atacados y golpeados «sin razón» por la policía, mientras que los agentes defendieron su acción alegando que los jóvenes pretendían ocupar el edificio.
