Prácticamente el 100% de las personas del colectivo LGTBI (gays, lesbianas, trans y bisexuales) han sufrido algún episodio de angustia y/o ansiedad debido a la “LGTBIfobia” y los prejuicios que todavía existen en la sociedad.
14/05/2018 Cadena Ser.- Los prejuicios de esta sociedad causan en el colectivo LGTBI una serie de angustias, ansiedades, depresiones y malestar. Estos prejuicios son los que hacen que no puedan asumir con cierta normalidad, tranquilidad, equilibrio emocional y afectivo su condición de lesbiana, gay o transexual.
Estas afirmaciones han sido realizadas por Inmaculada Mújica, socióloga y psicóloga especialista en atención a personas LGTBI en el contexto del Día Internacional contra la homofobia y la transfobia que se celebra el 17 de mayo y con motivo del ciclo de conferencias “salud mental en clave de Igualdad y diversidad sexual y de género” que el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia está llevando a cabo en Bilbao.
La última de las conferencias tendrá lugar el próximo 31 de mayo en la Sala Ondare Aretoa C\María Díaz de Haro, número 11 (Bilbao). Están dirigidas al público general previa confirmación en el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia (94 479 52 70)
El día 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la homofobia y la transfobia, coincidiendo con la eliminación de la homosexualidad de las listas de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud en 1990.
La especialista destaca que “todavía la sociedad no ha superado la fobia ni prejuicios al colectivo LGTBI de forma activa ni pasiva, entendiendo activa cuando sufren una agresión directamente las personas y pasiva por los prejuicios que se tienen hacia las y los gays, bisexuales y personas trans”. “Estos prejuicios provocan muchas dudas en cuanto a la sexualidad que quieren tener. Cuando la gente duda de su género y orientación sexual se sufre mucho y casi ninguna persona LGTBI se libra se sufrir un episodio de angustia o de preocupación por lo que está empezando a sentir o siente. En algunas personas no se supera hasta la adultez o la vejez”, subraya.
LA EDUCACIÓN ES CLAVE PARA SUPERAR ESTAS FOBIAS
En este sentido, Mújika hace hincapié en “la educación desde la niñez o juventud” como “clave para superar estas fobias” y señala que “en la escuela sucede lo que existe en muchos ámbitos sociales: que la diversidad sexual y de género no se entiende como tendría que muchas veces entenderse por parte el alumnado; es decir con respeto y reconocimiento y sin burlas o risas”.
En esta línea, la experta alaba que “se está trabajando mucho en este campo y es precisamente en el campo educativo donde se están haciendo esfuerzos enormes para que se integre la diversidad sexual y de género”. Sin embargo, incide que “una de las cuestiones que se plantea es si existe el alumnado LGTBI en primaria. A partir de los 12-13 años puede ser que los chavales hayan hecho sus reflexiones y que sepan la sexualidad que tienen o que desea o cual es el género en el que está”.
“En primaria de lo que hablamos es de alumnado que ha trasgredido la norma de género, es decir, niñas y niños que no tienen un comportamiento que se entiende como el adecuado a su género y son interpretados como anormales, raros o diferentes. Niñas que realizan conductas que se suponen habituales en niños, o niños que les gusta el color rosa que se supone solo tiene que gustar a las niñas, etc. No hacen lo que tiene se supone tiene que hacer un niño o una niña y son agredidos por ello”, explica.
“Los compañeros de escuela lo hacen pasar muy mal a quienes no siguen los comportamientos considerados normales como que a un niño ha de gustarle jugar al balón, los coches y estar con otros niños; o que a las niñas les gusten las muñecas o estar con otras niñas”, denuncia.
Así mismo, destaca que “hay también otras criaturas que no sufren bullying porque lo llevan más callado y empiezan a sentir cosas que no son las normales. Soy una niña y me gusta mi compañera. Me siento raro y no me atrevo a expresarlo. Nos centramos en los que de forma abierta sufren bullying pero no nos centramos en que hay niños que están sufriendo muy en silencio y de forma muy callada. Hace falta algún mecanismo para ayudar a estas personas. Hay muchas criaturas que está en un mar de dudas, ansiedades y preocupaciones muy intensas que necesitan otro tipo de intervenciones aparte de los cursos o talleres de educación en la diversidad que se dena en la actualidad”.
NO PASA NADA SI TE EMPIEZA A GUSTAR TU COMPAÑERO O COMPAÑERA
Por todo ello, la especialista afirma que “falta una mayor conciencia en el ámbito educativo sobre este tipo de niños y niñas que necesitan un mayor apoyo. Hay que hacerles saber de forma más clara que no pasa nada si te empieza a gustar tu compañera o no te sientes la niña que has de ser. Son un grupo de niños y niñas que van a llegar a la adolescencia sin haber sacado a la luz su tema y todas las preocupaciones que tienen a nivel introspectivo. Hay muchos que se sienten raros y no saben por qué, y no tienen apoyo”.
“Nos centramos en los que de forma abierta sufren acoso pero no nos centramos en que hay niños que están sufriendo muy en silencio y de forma muy callada. Hace falta algún mecanismo para ayudar a estas personas. Reclamamos que se integre esta cuestión en las consultas de salud mental”. “No es un colectivo que tenga problemas de salud mental, sino que hay dilemas de la salud mental que están directamente relacionados con este colectivo y hay que preguntarles y tenerlos en cuenta”.
“Es un logro social considerar que la homosexualidad y transexualidad no son enfermedades mentales, pero hay que abordar este tema en las consultas por estos conflictos. No como trastorno, sino como motivo de preocupación en estas personas.
Hay que poner esta cuestión en las consultas de salud mental y preguntar si se tiene algún conflicto relacionado con la sexualidad porque abriría una puerta interesante a este colectivo de personas”, concluye Mújika.