Público/DANILO ALBIN. -Comunión Tradicionalista Carlista utiliza la asociación Cruz de Borgoña para organizar sus encuentros estivales en Hoyos del Espino (Ávila). Los talleres incluyen «formación en virtudes» y están dirigidos a niños a partir de ocho años.
El verano acabó con un «Viva Cristo Rey». Luego tocó recoger mochilas, despedirse de los amigos… y regresar a casa con sus padres. La asociación Cruz de Borgoña, una de las pantallas del carlismo de ultraderecha en España para captar a menores, acaba de poner fin a su tradicional campamento de verano en Hoyos del Espino (Ávila). Los ultracatólicos cierran así uno de sus principales encuentros del año.
Este campamento, nacido en 1986, forma parte de la agenda de Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), una agrupación de ultraderecha vinculada a los sectores más radicales de la Iglesia Católica. Según consta en un folleto informativo, el evento está dirigido a niños a partir de ocho años de edad. A día de hoy, el precio de las dos semanas de campamento es de 300 euros.https://d-18592651803387302336.ampproject.net/2208172101000/frame.html
Allí se ofrece formación en «historia de España», «religión» o «formación en virtudes», para lo cual cuentan con sacerdotes próximos al grupo y con monitores especialmente preparados por este grupo ultraderechista.
La organización recae oficialmente en Cruz de Borgoña, una asociación inscrita en el registro legal del Ministerio del Interior desde 1988. Allí figura como una entidad de carácter «juvenil» encuadrada dentro de actividades «ideológicas». Su domicilio legal está en un piso de la calle Zurbano de Madrid en el que también figura el «Bazar carlista», una tienda online utilizada por CTC para comercializar distintos artículos.
La asociación Cruz de Borgoña tiene entre sus objetivos «formar para el mañana a personas que, conociendo sus raíces, sean católicos coherentes y comprometidos en la vida social». Entre esos «compromisos» de los carlistas de ultraderecha figura hoy el llamamiento a luchar contra las leyes del Gobierno que garantizan el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo o a una muerte digna.
«Contrarrevolución»
«Somos contrarrevolucionarios», resumió el abogado Javier María Pérez Roldán, secretario general de CTC, en una comida celebrada a finales de julio en la localidad de Haro. Allí explicó que «las masas inorgánicas, desorganizadas detrás de una bandera es revolución». «Para hacer contrarrevolución tenemos que convencer en nuestros ambientes más cercanos«, subrayó.
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Pocos días después de ese discurso, los carlistas emprendían una nueva edición de su campamento de verano en plena Sierra de Gredos, que concluyó el 15 de agosto con la izada de banderas. Los carlistas aprovecharon el acto para grabar un vídeo y difundirlo en redes.
El próximo evento de este grupo de ultraderecha será en el corazón de Madrid: el sábado 27 se concentrarán frente al Congreso para rezar por la «conversión de España» y la «unidad hispánica». El rosario será dirigido por el fraile franciscano Alexis Bugnolo, quien en un vídeo reciente sobre la guerra en Ucrania alertó sobre el advenimiento de «una dictadura marxista absoluta en todo el mundo».