Los tribunales desestiman la denuncia de un concejal de Muskiz contra un sindicalista al que acusa de injuriarle, dedicarle el himno franquista Cara al Sol y de colocar carteles intimidatorios en el tablón del Ayuntamiento.
El juez entiende que los hechos denunciados son de «escasa gravedad» y que se inscriben en un «conflicto laboral».
EDUARDO AZUMENDI.ELDIARIONORTE.ES.- El concejal de Muskiz, Javier García, se siente injuriado, vejado e insultado por el comité de empresa del Ayuntamiento de Muskiz. Asegura que ha sufrido amenazas, injurias y coacciones, junto a la existencia de carteles en el tablón sindical del Ayuntamiento contra él y la agrupación que representa, Muskiz Bai. Todo ello le llevó a presentar una denuncia contra Alberto Vallés, delegado sindical del Ayuntamiento. La demanda, presentada en marzo del año pasado ante un juzgado de Barakaldo, ha sido desestimada. Según el juez, los hechos denunciados son de «escasa gravedad» y se inscriben en un «conflicto laboral», incluido dedicar el himno franquista Cara al Sol al denunciante cuando accedía a un pleno municipal. Para el juez, este hecho entra en el «ámbito de la libertad de expresión».
Junto a los carteles que se mantienen desde hace más de cinco meses en el tablón sindical, en la demanda se incluyen las protestas de los empleados municipales que en dos plenos hicieron un pasillo al concejal antes de su entrada a la sesión, con cánticos de Cara al Sol y pitadas. El concejal edil pidió el pasado 17 de febrero al alcalde de Muskiz, Borja Liaño (PNV), que ordenara la retirada de los carteles, pero la Inspección de Trabajo ha dicho que no es preciso retirar.
Alberto Vallés asegura que él no cantó el Cara el Sol. «Ni me lo sé, ni lo quiero aprender. Seguramente por su pasado como concejal franquista lo sepa él mejor», en referecia a Javier García. «El que una persona le diga que el próximo que va a llorar va a ser él, merece a lo sumo un reproche, tal y como dice el juez. Lo que se le dijo en el pleno, después de hacer llorar a tres compañeras es que no iban a llorar más. Que el siguiente que iba a llorar iba a ser él».