Portland (EE.UU.), 4 ago (EFE).- Cientos de supremacistas blancos marcharon hoy en calma en Portland (Oregon) en medio de fuertes medidas de seguridad por posibles enfrentamientos con grupos antifacistas como los ocurridos de 2017 en Charlottesville (Virginia) que ocasionaron la muerte de una mujer.
La manifestación del grupo Patriot Prayer, de apoyo a su fundador, Joey Gibson, que busca un escaño en el Senado de Estados Unidos por el estado de Washington, se encontró de frente con la contramarcha del colectivo «Trabajadores unidos contra el racismo y el odio».
Portland (EE.UU.), 4 ago (EFE).- Cientos de supremacistas blancos marcharon hoy en calma en Portland (Oregon) en medio de fuertes medidas de seguridad por posibles enfrentamientos con grupos antifacistas como los ocurridos de 2017 en Charlottesville (Virginia) que ocasionaron la muerte de una mujer.
La manifestación del grupo Patriot Prayer, de apoyo a su fundador, Joey Gibson, que busca un escaño en el Senado de Estados Unidos por el estado de Washington, se encontró de frente con la contramarcha del colectivo «Trabajadores unidos contra el racismo y el odio».
Los miembros del Patriot Prayer (Oración Patriota) estuvieron apoyados por miembros de los Proud Boys y simpatizantes de la extrema derecha de todo el país en la llamada «Marcha de la Libertad» a lo largo del paseo marítimo de Portland.
«Estamos aquí para levantarnos por Estados Unidos y apoyar la candidatura de Joey Gibson al Senado por Washington y aparte de esto estamos aquí para celebrar la libertad», expresó a Efe unos de los manifestantes del grupo.
Para acallar las voces supremacistas, grupos antifacistas estuvieron desde temprano en las inmediaciones de la Alcaldía de Portland.
«Continuaremos levantándonos con los trabajadores, inmigrantes, indígenas, africanos, comunidad LGTB y todos los que trabajan contra el fascismo, la supremacía blanca y el imperialismo», expresó a Efe un portavoz de la organización International League of Peoples’ Struggle (ILPS).
«Nuestra unión y nuestra fuerza es nuestra mejor arma contra la tiranía de derechas», agregó.
Con antelación a la marcha, Gibson manifestó que ellos son uno de los «pocos grupos en esta zona que lucha por la libertad de expresión» e instó al alcalde Ted Wheeler a «apoyar que nos manifestemos pacíficamente y no alentar a los grupos antifascistas a actuar con violencia».
«Todos deberían llevar armas en todo momento», aseguró en las redes sociales.
Wheeler por su parte ha señalado que rechaza «firmemente la idea de que la violencia o el discurso de odio» sean medios legítimos para un fin político.
Desde la noche del viernes había una gran presencia policial en las calles con estaciones de detección de armas en las entradas a la ciudad y perros policía antiexplosivos para evitar violencia en una de las mayores manifestación de la derecha de este años en el país.
En agosto de 2017 supremacistas blancos marcharon por Charlottesville en una protesta por la retirada de una estatua de un general esclavista entonando consignas neonazis, unas acciones que encontraron la oposición de contramanifestantes.
Durante la trágica jornada, la violencia alcanzó su punto álgido cuando uno de estos neofascistas atropelló a la muchedumbre con su vehículo provocando la muerte de una mujer y una veintena de heridos. EFE
