Las víctimas podían quedar exentas del peaje de 1.500 euros que le exigía la banda trabajando de manera irregular en plantaciones agrícolas o vendiendo la propia droga que introducían
NURIA FERRI. EL MUNDO.- Agentes de la Policía Nacional de Motril ha detenido a cinco componentes de una organización criminal que están acusados de dirigir una red de tráfico de inmigrantes marroquíes con el objetivo de introducir droga por el Estrecho de Gibraltar.
Los detenidos operaban de manera coordinada desde Marruecos para transportar la droga en pateras hasta llegar costa granadina, donde también se encargaban de trasladar a los ilegales hasta un piso de la localidad de Carchuna para no ser detectados por la Policía.
La ejecución de los cometidos de la banda se desarrollaba siempre de la misma manera. Cada uno de sus miembros -cuatro marroquíes y un español- tenía un rol establecido para operar, dos de ellos residían en Tánger y se encargaban de captar a las personas interesadas en entrar ilegalmente en España cruzando el Estrecho de Gibraltar en patera. Los otros tres, se encargaban de mover los hilos desde España para desembarcar la droga y trasladar a los recién llegados hasta el piso base de Carchuna.
En cuanto al coste del viaje, se les exigía un pago de 1.500 euros o, en su defecto, les exoneraban la deuda a cambio de realizar trabajos irregulares en las plantaciones agrícolas de Motril o vendiendo la propia droga que introducían en la expedición. Según indican fuentes de la Policía Nacional, los inmigrantes estaban obligados a pagar la deuda aceptando las condiciones pactadas, en caso contrario, »les amenazaban» e incluso »les agredían físicamente produciéndoles lesiones graves».
Un agente de la Policía Nacional expresa que durante el estado de alarma la situación de las pateras ilegales y el desembarco de alijos de droga en la costa había sido »prácticamente nulo», a excepción del propio »menudeo» entre los habitantes de la zona. Si confirman que llevaban algún tiempo investigando a los detenidos y sus operativas, sospechas que se materializaron tras el registro del piso de Carchuna, donde encontraron a cinco inmigrantes ilegales en condiciones precarias, además de pequeñas cantidades de hachís y marihuana.
La operación se ha saldado con la detención de los cinco integrantes de la banda, que podrían llevar operando meses, por la presunta comisión de delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los trabajadores extranjeros.
