Los actos de protesta contra la construcción del edificio alcanzan un fuerte clímax
El partido de extrema derecha NPD aprovecha el rechazo que genera entre los locales
ROSALÍA SÁNCHEZ. EL MUNDO.- Los actos de protesta contra la construcción de una mezquita en la ciudad alemana de Leipzig alcanzaron anoche un lamentable clímax, cuando un grupo de desconocidos, además de quemar varios contenedores de basura, empalaron cinco cabezas de cerdo que dejaron abandonadas en medio de grandes charcos de sangre en el solar. Y allí, en la calle Georg-Schumann, fue donde las encontraron los bomberos que acudían a apagar el fuego.
Eran más de las 23.00 horas y la policía, que abrió de inmediato una investigación, se ocupó de desmontar el escalofriante escenario. Tras el primer reconocimiento del lugar de los hechos, el portavoz Uwe Voigt ha informado que «la motivación parece xenófoba».
En ese mismo lugar la comunidad islámica Ahmadiyya planea la construcción de una mezquita con dos minaretes que está encontrando bastante rechazo en la población local. El partido de extrema derecha NPD se sirve de los planos de construcción como medio de propaganda, mientras que cientos de ciudadanos que se han manifestado a favor de la libertad de culto y han llegado a entablar peleas callejeras con los agitadores del NPD.
Las autoridades alemanas calculan que en este país viven unos 4,3 millones de musulmanes, es decir, más del 5% de la población total. Cerca de la mitad de estas personas son ciudadanos alemanes, el 55% restante tiene pasaporte extranjero.
Polémicos debates
Gran parte de los musulmanes llegaron a Alemania a principios de los años 60 y la mayoría se conformó entonces con un lugar para la oración dentro de sus propias casas, pero pronto fueron organizándose comunidades y construyendo mezquitas que se sumaban a las antiguas, apenas conservadas. La primera se construyó en Alemania en los años 20, en Berlín-Wilmersdorf, mientras que en las ciudades universitarias de Hamburgo, Múnich y Aquisgrán fueron edificadas otras para los estudiantes procedentes del mundo islámico.
Según datos del archivo islámico de Soest, con sede en Renania del Norte-Westfalia, en la República Federal Alemana hay 240 mezquitas clásicas con cúpula y minarete y alrededor de 2.600 casas para la oración islámica. La más grande hasta ahora es la inaugurada en 2008 en Duisburgo-Marxloh.
A menudo, sin embargo, la construcción de estos edificios deriva siempre en polémicos debates, especialmente por el papel de los minaretes desde los que se convoca ruidosamente al pueblo a la oración. Desde el ‘Pacto de Omar’ y otras leyes medievales, en los países islámicos a los judíos y a los cristianos no les está permitido edificar templos que superen en altura a las mezquitas. Tampoco en Alemania se permite que los minaretes sean más altos que las iglesias contiguas. El mayor proyecto hasta ahora es el de una empresa turca que construirá en Colonia la mezquita más grande de Europa, un proyecto de 34 millones de euros, con cabida para más de 2.0000 fieles y dos minaretes de 55 metros de altura.