Cadena Ser.- La afectada, que ha concedido una entrevista para ‘La Repubblica’, admite que sigue con «miedo» por todo lo vivido y que la agredieron sin motivos.
Bruna es el nombre con el que conocen popularmente en su barrio a la mujer trans que ha sufrido una brutal agresión a manos de la policía italiana. Los hechos ocurrieron este miércoles, cuando en un parque de la ciudad de Milán, al norte de país, los agentes detuvieron a esta mujer y posteriormente se produjo la paliza que grabaron estudiantes de un colegio cercano. Según cuenta el diario italiano La Reppublica, que ha hablado con la afectada, la Policía asegura que estaba molestando a los niños que iban a la escuela y que por eso la detuvieron, unos hechos que la mujer niega y, además, sostiene que no ha hecho nada a nadie para recibir ese trato.
La mujer confiesa que horas después del altercado sigue con «miedo» por todo lo vivido. Insiste en que ella no hizo nada malo, no agredió a nadie y ni siquiera iba armada. Reconoce que en el momento de la detención, estaba manteniendo una discusión con un grupo en un parque. Cuando los agentes la detuvieron, según la versión del cuerpo, no tenía documentación y estaba siendo agresiva. Una vez arrestada, durante el trayecto a comisaría en el coche patrulla, Bruna afirma que la agredieron, por eso ella intentó escapar para esconderse. Pero la encontraron y en ese momento empezaron a golpearla con gas lacrimógeno y con una porra.
Según las imágenes que se han difundido del momento, se ve a la mujer indefensa, tirada en el suelo pidiendo que no la golpearan, mientras que hasta tres agentes la golpean especialmente en la espalda y también en la cabeza con la porra y le rocían líquido en los ojos. Bruna recuerda ese momento con angustia. «Estaba sentada con los brazos en alto diciendo que no me golpearan. En cambio, me golpearon en la cabeza, en el costado, luego otra vez en la cabeza. Me sentí tratada como un perro». Solo recuerda que una agente fue amable con ella.
Tras finalizar con la agresión, la subieron al coche patrulla, donde asegura que la siguieron golpeando, y la tuvieron 20 minutos esposada sin salir del vehículo a las puertas de comisaría. El periódico, que la ha entrevistado horas después ya de vuelta al lugar donde comenzó todo, ubicado en el barrio en el que reside, afirma que todavía le cuesta hablar de lo sucedido porque teme posibles represalias. Preguntada sobre si va a denunciar, dice que cree que sí, aunque tiene miedo.
La exdiputada socialista Carla Antonelli ha compartido en sus redes sociales el vídeo que muestra la paliza y ha condenado la actitud de las autoridades italianas: «Brutal y cobarde agresión de la policía italiana a una mujer trans desarmada en Milán, ya en suelo la rocían con gas lacrimógeno, la revientan a patadas y muelen a porrazos cuatro agentes. Ella pide clemencia, grita de dolor y se intenta proteger con las manos por delante y ellos se ensañan mientras la esposan. Nos consideran mierda, basura y escupen bilis sobre nuestras vidas. Es intolerable, es indignante y es muy triste las campañas de odio que sufrimos en todo el planeta, no solo en el país de Meloni, ayer mismo vimos cómo Monasterio nos señaló por más de siete veces en el debate de TVE. La historia juzgará a tantas y tantos miserables».
