movilh.- Un hombre de 36 años, Víctor Eduardo Mejías Cáceres, fue atacado por un sujeto en la cercanías de su casa, en Puente Alto, quedando en estado de coma debido a las agresiones motivadas por su orientación sexual, señaló la familia al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)
El ataque tuvo lugar en una plaza ubicada Avenida Los Loros con Las Caturras, Puente Alto, durante la madrugada del 11 de octubre, cuando Mejías Cáceres fue interceptado por el agresor, identificado con las siglas L.C.B.B (conocido como “el rapero”), quien le propinó golpes de pies y puños.
“El sujeto golpeó además en repetidas veces la cabeza de Mejías Cáceres con un objeto contundente, que sería una llave francesa, y lo azotó contra una pared, mientras le gritaba “maricón” y se apropiaba de su celular”, señaló al Movilh la hermana de la víctima.
En el pasado, el mismo agresor ya había hostigado y amenazado a Mejías Cáceres con golpearlo y cortarle el pelo por ser “un maricón”.
Luego de que vecinos/as alertaran sobre el ataque, Mejías Cáceres arrancó en busca de ayuda, llegando a la casa de una prima, quien al instante lo acompañó al Centro de Salud Familiar San Gerónimo, donde se desvaneció, debiendo ser trasladado de urgencia al Hospital Sótero del Río.
Como señala unos de los documentos médicos, tras dialogar durante unos 10 minutos con personal de la salud, Víctor «presentó compromiso de conciencia, con convulsiones. Tenía signos de lesiones múltiples en cuero cabelludo, fractura parietal izq, hundimiento y hematoma intraparenquimatoso adyacente».
El dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, precisó que “producto del ataque, ahora Víctor está en coma, entubado, con riego de muerte. Sufrió un abuso cobarde, homofóbico y brutal que tiene a toda una familia dolida, impactada y a su hijo, luchando por su vida”.
En el transcurso de esta tarde la familia y el Movilh denunciaron los hechos en la 38 Comisaría de Puente Alto y en la Fiscalía, mientras en paralelo se preparan acciones legales contra el responsable.
“Solicitaremos la agravante de la Ley Zamudio, pues a todas las luces el agresor actuó por homofobia. Los familiares, amigos/as y vecinos/as de Víctor son enfáticos en señalar que es una persona muy tranquila y muy querida en su barrio, y los testigos sobre los acosos homofóbicos que sufrió en manos del agresor son muchos/as. Hay bastante evidencia a favor de la víctima”, añadió Jiménez
“Este ataque explicita una vez más la vulnerabilidad de las personas LGBTIQA+, surgiendo nuevamente la necesidad de una institucionalidad estatal anti-discriminatoria que esperamos el Gobierno apoye con su patrocinio en el marco de la reforma a la Ley Zamudio. Enviamos a Víctor nuestras fuerzas y apoyo para que se recupere. Él no está solo”, finalizó Jiménez.