Una comunidad fue blanco en esa zona de Pretoria del incendio de casas y negocios bajo presuntas acusaciones hacia los residentes de tráfico de drogas y prostitución.
También tiendas pertenecientes a extranjeros, principalmente somalíes y paquistaníes, fueron saqueadas supuestamente por miembros de la comunidad.
Ahora un grupo autodenominado como Mamelodi Concerned Residents (Residentes Preocupados de Mamelodi) organiza una marcha a la sede del Departamento de Asuntos Internos el viernes para expresar quejas sobre ciudadanos foráneos que viven en su área.
Durante el 2015 se vivieron días tensos en el país ante las noticias de un sentimiento contra los no nacionales traducido en violencia xenófoba.
El gobierno tomó cartas de inmediato en este asunto y el presidente Jacob Zuma http://remoandaluz.es/servicio-medico/comprar-cialis-online advirtió que se trataba ‘de una minoría’, cuando evaluó los incidentes que empezaron en Isipingo, Chatsworth, Umlazi y otras partes de Durban, y luego se extendieron a Alexandra, en Johannesburgo.
Zuma alertó que lo más importante era eliminar la raíz del problema y así lo reiteró en sucesivas apariciones públicas. No podemos admitir que usemos la violencia, especialmente con nuestros hermanos y hermanas del continente, indicó Zuma al asegurar entonces que su gobierno normalizaría la situación y defender el abanico sociocultural que integra la nación.
Muchos ciudadanos sudafricanos califican de peligro el arribo de los foráneos, pues consideran que vienen a quitarles el empleo, según los expertos.
El brote más grave de ataques xenófobos en Sudáfrica ocurrió en 2008, cuando una cadena de disturbios en el área de Johannesburgo y Pretoria provocaron más de 50 víctimas fatales y cerca de 10 mil desplazados.