Boadilla del Monte ejerce el veto parental

| 24 enero, 2020

El Ayuntamiento del municipio cancela todos los talleres de prevención de violencia machista por las quejas de padres en uno de los colegios donde se imparten

JULIA F. CADENAS. EL PAÍS.- El nuevo gobierno del PP de Boadilla del Monte, que dirige su alcalde Javier Úbeda con mayoría absoluta desde el pasado junio, ha suspendido el contrato de la cooperativa Andaira para impartir talleres de prevención de violencia de género entre los alumnos de secundaria del municipio. La sociedad sin ánimo de lucro, miembro del grupo cooperativo Tangente, ganó la licitación de la Comunidad de Madrid para dar estos cursos en septiembre. El proyecto tenía que desarrollarse en tres institutos públicos de Boadilla (el Ventura Rodríguez, el Profesor Máximo Trueba y el Príncipe Don Felipe) y tres concertados (el colegio Casvi, el Hélade y el Quercus).

Los técnicos de la cooperativa entregaron la documentación al Ayuntamiento del municipio previamente, como marca la normativa. Los informes incluían el marco normativo de los talleres, sus objetivos, la metodología, el contenido detallado de cada sesión, el sistema de evaluación, los curriculums vitae de los profesionales que los impartirían y el presupuesto: 4.250 euros por un total de 54 sesiones, dos por grupo en cada centro educativo para desarrollarlo antes de que terminase 2019. 

A finales de octubre, tras un retraso de tres semanas que obligó a la cooperativa a presentar un escrito de reclamación, la concejala del área de Asuntos Sociales, Familia, Mujer e Infancia, Inmaculada Pérez Bordejé, firmó finalmente el contrato y Andaira comenzó a trabajar. Las educadoras impartieron todos los talleres en el Instituto de Educación Secundaria Ventura Rodríguez y en el Profesor Máximo Trueba con buenas valoraciones por parte de alumnos y profesores, como describen los trabajadores de los departamentos de orientación de cada uno de los centro.

El jueves 21 de noviembre le tocaba el turno a los alumnos de 3º de ESO del colegio concertado Casvi. Algo debió ocurrir durante esa primera sesión porque, el martes siguiente, la concejala Bordejé llamó por teléfono a uno de los responsables de Andaira para explicar que los padres habían denunciado el contenido del curso. Lo reiteró en un correo electrónico enviado al día siguiente, donde Bordejé solicitaba, además, una reunión para tratar las quejas presentadas por las familias de los alumnos. Los técnicos de la cooperativa confirmaron la asistencia a la reunión ese mismo día. 

Sin embargo, nunca se llegó a realizar. Al día siguiente recibieron un nuevo correo electrónico comunicando la suspensión total del contrato, no solo en el Casvi, si no en el resto de colegios donde tenían programadas sesiones. También cancelaron el encuentro, sin ninguna explicación adicional. Además, les llegó una declaración firmada por el jefe de estudios del centro en la que expone que “tras las informaciones recibidas por parte de profesores, alumnos y padres sobre la realización del taller de Violencia de Género, les informamos que no deseamos continuar impartiéndolo”. 

La educadora social que dio las cuatro sesiones a cada clase en el Casvi recuerda que no ocurrió nada relevante o diferente a los talleres impartidos en otros centros: “Se habló de género, de violencia, todo ello sustentado por datos estadísticos y jurídicos. Los alumnos fueron muy proactivos y participativos, me marché de allí con muy buena sensación”, explica. Además, añade que la orientadora del IES Profesor Máximo Trueba —donde impartió los talleres después del Cavi— mandó un email agradeciendo a las profesionales de Andaira. “Ella estuvo presente en todas las sesiones que impartimos, de nuevo con el mismo contenido que el del Casvi, y no tiene constancia de ninguna queja”, indica. La orientadora, por su parte, quedó encantada con el taller: «Los educadores hicieron un trabajo excepcional, adaptaron el contenido según las clases y consiguieron aclarar muchas dudas a los alumnos». Según esta testigo que atendió a los talleres, Andaira habló de igualdad y de buen trato. «Ojalá hicieran más», dice.

El Gobierno municipal asegura que canceló el contrato porque no estaba satisfecho con el servicio que Andaira estaba ofreciendo. «Se evaluó que los talleres no se estaban ajustando al programa presentado en un primer momento por esta institución”, añaden. El centro educativo Casvi, por su parte, explica así la anulación: “Durante la realización de dicho taller se constató que los contenidos que se estaban impartiendo no eran acordes a la edad de los alumnos y se tomó la decisión de no impartirlo más días”. Ni el Consistorio ni el colegio concertado han querido dar detalles sobre el contenido de las quejas recibidas por parte de alumnos, padres y profesores. 

Los enfoques y contenidos que se trabajan en los talleres de Andaira están adscritos a la normativa vigente de la Comunidad de Madrid en la Ley 5/2005 Integral contra la Violencia de Género, la 3/2016 de Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación e identidad Sexual a la Estrategia Madrileña contra la Violencia de Género 2016/2021 y a los requisitos del Convenio firmado por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Boadilla. 

La cooperativa trabaja impartiendo este tipo de cursos sobre igualdad y violencia de género desde 2006, a través de la Comunidad de Madrid, en más de 25 municipios. Desde Madrid ciudad, pasando por Alcorcón, Móstoles, Rivas Vaciamadrid o las mancomunidades Vega del Guadalix, los municipios de la mancomunidad del Este y los del Sudeste. Su programa está cofinanciado al 50% por el Fondo Social Europeo que dota de presupuesto a los municipios y comunidades para desarrollar acciones que promuevan la igualdad y la prevención de la violencia de género. En este programa está incluido la red de puntos municipales de violencia machista de la Comunidad de Madrid, las actuaciones de sensibilización y prevención que se dirigen a colectivos profesionales (como policía o guardia civil) y talleres formativos impartidos en institutos y colegios, las acciones que lleva a cabo Andaira.

De hecho, no es la primera vez que esta empresa trabaja en el municipio de Boadilla. En noviembre de 2017, con otro gobierno del PP en el poder, Andaira impartió los mismos talleres de prevención de violencia de género en institutos aunque el resultado fue totalmente diferente. En aquella ocasión, el predecesor del alcalde actual, Antonio González Terol, y la concejala de la Mujer en aquel momento, María Ángeles Martínez Saco asistieron, incluso, a una de las charlas. A diferencia del Consistorio actual, el Gobierno de aquel momento puso en valor el trabajo que se estaba haciendo, reforzándolo y legitimándolo. 

Andaira ha remitido al Ayuntamiento de Boadilla una serie de alegaciones al considerar que la suspensión del contrato es improcedente ya que ellos no han recibido ninguna queja de ningún centro ni de la Concejalía. Además, al no conocer el contenido de las “informaciones” a las que se refería el jefe de estudios del Casvi no han tenido la ocasión de dar explicaciones. Los profesionales de la cooperativa añaden en el escrito que el Consistorio de Boadilla sabía de antemano el contenido de los talleres y que, por tanto, la decisión ha sido “arbitraria”. Aún no han recibido ninguna respuesta.

LOS ALUMNOS SE QUEDAN SIN TALLERES PREVENTIVOS

Mientras tanto, no hay ningún proyecto que sustituya los talleres que impartía Andaira. Desde el Consistorio hacen referencia a los que ofrece la Policía Local a los colegios «sobre temas de preocupación general, como la educación vial, el consumo de drogas entre los jóvenes o la violencia contra la mujer», alegan. Unos cursos que no son compatibles con los que imparte Andaira que tienen el objetivo de «dotar de estrategias para la identificación, sensibilización y prevención de las diferentes manifestaciones de la violencia de género», como explican en el guion del taller. El que entregaron a la concejala de Boadilla para comenzar a trabajar en el municipio.

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