Tras su desastre en las municipales cambia de estrategia y pide la expulsión de inmigrantes y gitanos. El Movimiento 5 Estrellas considera que «Italia es una olla a presión con riesgo de saltar la tapadera»
ÁNGEL GÓMEZ FUENTES. ABC.- Fuera inmigrantes y gitanos. Este es prácticamente el nuevo lema que se ha inventado el populista Movimiento 5 Estrellas (M5E), tras la debacle sufrida en las elecciones municipales del pasado domingo. Después de predicar en el pasado la acogida, el M5E da un giro espectacular para dar la imagen de una fuerza política de ley y orden con el objetivo de ganar votos y consenso.
Tras las instrucciones del cómico Beppe Grillo, fundador del Movimiento 5 Estrellas, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha enviado una carta a la delegada del gobierno en la capital, Paola Basilone, para decirle que la ciudad eterna no está dispuesta a acoger más inmigrantes. «Es imposible, además de arriesgado, plantear ulteriores estructuras de acogida», ha escrito Raggi. Advierte de que la «evidente presión migratoria a la que está sometida Roma» prefigura «posibles consecuencias devastadoras en términos de costes sociales».
Desde su blog, Grillo anuncia que, a partir de ahora, en «Roma se cambia música» y concreta sus planes: «Cierre de los campos de gitanos, cesar todas las áreas abusivas y campamentos. Quien se declara sin renta y luego conduce un coche de lujo, está fuera. Quien pide limosna en el metro, tal vez acompañado con menores, está fuera», explica Grillo.
Gestión desastrosa en Roma
La decisión de la alcaldesa de Roma para impedir la llegada de inmigrantes ha causado sorpresa y estupor en el gobierno, porque la cuota asignada a la ciudad eterna es de 7.250 personas y hasta ahora ha acogido 2.000 menos de los previstos, a pesar de que el ayuntamiento ya ha cobrado las ayudas del gobierno para esta emergencia: 2.340.000 euros.
Los analistas consideran que, con su rechazo a los inmigrantes, la alcaldesa de Roma pretende ocultar el desastroso balance del primer año de su gestión, cuya pésima imagen ha contribuido al batacazo del Movimiento 5 Estrellas en las elecciones locales del domingo. Desde que Virginia Raggi fue elegida en junio pasado, la situación de la capital italiana ha empeorado a ojos vistas: el deterioro y la decadencia se ve en cada ángulo de la ciudad, la suciedad y basuras abundan por doquier, los baches en las calles se hacen permanentes.
Para mostrar ese deterioro, el diario el Corriere della Sera ha publicado una imagen triste: la foto de un sin techo que con los pantalones bajados hace sus abluciones en una fuente de los jardines de Castel Sant’ Angelo, en pleno día, a dos pasos del Vaticano, en una zona llena de turistas. El diario aclaró que su objetivo no era el de denunciar a un pobre desesperado que debe recurrir al agua de una fuente para lavarse, sino el mostrar el clima de degradación y falta de respeto a las reglas que se vive en Roma. Y lo peor de todo es que no se ve que la alcaldesa tenga un proyecto claro sobre la capital, ante lo cual los romanos deben responder con cierto cinismo, resignación y sintiendo nostalgia por otros tiempos, los de la dolce vita, que hicieron soñar al mundo.