JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ. LA GACETA.- Un grupo político de nombre Debout Les Belges!, (es decir, ¡Despertad, belgas!), ha organizado en Anderlecht, un área vecina de Bruselas, lo que llaman «Primer congreso europeo de la disidencia». Por disidencia entienden los mensajes de ultraderecha de esa formación, incluyendo sus posiciones antisemitas.
El alcalde de Anderlecht ha suspendido la celebración del congreso por entender que se corría un riesgo para la seguridad pública. El anuncio de la reunión de los ultraderechistas había suscitado un movimiento de protesta, y el alcalde, Eric Tomas, en previsión de que la protesta sería violenta, ha decidido prohibir el acto.
Esta eficacia de la violencia de los grupos de protesta, que ni siquiera ha tenido que producirse para que logren sus objetivos, se da la mano con la eficacia propagandística del grupo ultraderechista ¡Despertad, belgas!, liderado por Lauren Louis.
De hecho el diario belga Le Soir ha editorializado sobre el asunto, lamentando profundamente que se haya prohibido el acto. No por simpatía hacia el mismo, sino todo lo contrario: «Si se hubiera permitido que el acto se celebrase», señala en su editorial, «al menos habríamos podido interponer penas serias, y más a largo plazo, a este puñado de hombres que han hecho del antisemitismo y del fomento del odio su negocio». No cabe duda de que la prohibición del acto, precedida por la reunión de 19 alcaldes de la zona de Bruselas, abona su discurso de la «disidencia».
El invitado estrella de la convención era, sin duda, el cómico francés Dieudonne M’bala M’bala. Se presentó en unas elecciones locales en una coalición de izquierdas con el antiracismo como lema, como candidato contra el Frente Nacional. Perdió estrepitosamente. Pero ha seguido desde entonces un camino, entre el humor y la política, que algunos consideran errático. De la ultra izquierda a la ultra derecha. Él ha elegido a Jean Marie Le Pen, histórico líder del FN, como padrino de su hijo. Pero siempre con dos notas características que nunca ha abandonado: El carácter ultra y el antisemitismo. O, por ser más precisos, la judeofobia.
El odio a los judíos es una de las características de la «disidencia» que vende ¡Despertad, belgas! Su líder, Laurent Louis, ha negado que su formación sea antisemita. Aunque ha reconocido que sus seguidores han adoptado como propio un saludo inventado por Dieudonne, de nombre quenelle. Se trata de un saludo nazi fláccido, con el brazo y la mano derecha extendidos, y el izquierdo doblado sobre el derecho, como si estuviese intentando contenerlo. Un saludo nazi, en definitiva, sólo apuntado, deseado y no realizado, que Dieudonne ha extendido por toda Francia.