El Nacional.cat. – La organización de ulteraderecha hizo una jornada «cultural y deportiva» en Lleida y está bajo el radar de los Mossos.
Bastión Frontal ya está organizado en Catalunya. Con el paro de todo fruto del confinamiento por la pandemia de coronavirus, el año 2020, el barrio de San Blas de Madrid, y el espacio de Hogar Social, fue el caldo de cultivo perfecto para el nacimiento de un movimiento de ultraderecha, Bastión Frontal. Ahora avanzan por todo el Estado, con Catalunya como uno de los objetivos, y vigilados por los Mossos d’Esquadra, después de dos años desplegándose e ir sumando militancia ultra.
El objetivo de este grupúsculo —que a pesar de tener pocos meses de vida, ya se han visto involucrados en varios problemas con la justicia y la policía— pasa por expandirse por toda España y ya tienen grupos activos en Catalunya. Hace pocas semanas hicieron una jornada de formación y propaganda en la zona de Lleida, en una casa rural y con uno de los líderes de Bastión Frontal, y ahora están activados para encontrar y poner en marcha una sede en el área metropolitana de Barcelona.
Este movimiento ultranacionalista español, que se autodefine como ni de derechas ni de izquierdas, tiene un marcado perfil nacionalsocialista que bebe también de la teoría del reemplazo o el supremacismo blanco, en una contraposición frontal, e incluso violenta, a las teorías progresistas y globalistas «por la identidad y la justicia social». Entre los líderes de la organización está la conocida Isabel Medina Peralta — «El judío es el culpable» — y Rodrigo Miguélez de la Peña —detenido por haber agredido a un compañero de filas suyo en un concierto en el País Valencià—. «Nacionalistas» y «patriotas», aseguran, estar contra la Constitución de 1978, que abona a las élites que controlan los partidos y las autonomías. Bastión Frontal coincide con Vox en algunos de sus posicionamientos, pero reniegan por haber caído en la «trampa» de los partidos.
Bajo el lema «Creer, Obedecer, Combatir», la organización ya cuenta, aseguran, con unas 200 personas por toda España, y ahora tienen Catalunya y su capital como un objetivo. «Catalunya es una nación milenaria que está sufriendo los efectos del globalismo», aseguraron, cuando se presentaron, por primera vez, todavía sin organización, en Barcelona. Ahora las cosas han cambiado, ya tienen estructura activa en Catalunya y la policía catalana ha activado su radar.
Jornada «cultural y deportiva» en Lleida
Ahora mismo son el grupo de extrema derecha que más preocupa, por su organización y su actividad, si bien, de momento, y según fuentes de las brigadas de Información de los Mossos d’Esquadra, no han sobrepasado la línea del Código Penal, por lo menos, su delegación catalana. La policía, sin embargo, los tiene bajo su lupa. Por si se siguen organizando, por si siguen consiguiendo apoyos en Catalunya y por si finalmente cometen algún tipo de delito, poder tenerlos identificados y saber quiénes son para llevarlos ante la justicia.
Los Mossos d’Esquadra siguieron de cerca el encuentro que hicieron el pasado sábado 21 de mayo en una casa rural de la Alta Ribagorça. Participó uno de los líderes de la organización, Armando Bastión, que dio una conferencia sobre el papel de la OTAN como un «elemento desestabilizador de Europa». El editor Juan Antonio Llopart, vinculado a grupos de extrema derecha también participó de las jornadas en Lleida. Además, el encuentro contó con la participación de unos de los líderes de Tenesoun, un grupo «identitario, nacionalista y alternativo» de Francia, con quien comparten ideología antiglobalista, que explicaron cuál es la situación, según ellos, en la zona de la Provenza, en Francia.
A pesar de la estética paramilitar del encuentro, por las fotos que ellos mismos difundieron por sus canales, la policía enmarca la jornada solamente en propaganda ideológica, sin organización ni acción, de momento. Sí que los analistas de la policía catalana han tenido acceso a imágenes donde se ve a los participantes de la jornada haciendo talleres de defensa y artes marciales.
Objetivo: Barcelona y encontrar líder
El objetivo de Bastión Frontal en Catalunya, después de haber creado este grupo activo en Ponent, que han actuado con acciones de propaganda —pintadas y carteles— en Lleida capital y también en Tàrrega, ahora pasa por el área metropolitana. La estrategia se enmarca al poner en marcha un local social de la organización en Barcelona o en alguno de sus feudos en el área metropolitana, como Terrassa o Sabadell, según las informaciones recogidas por la policía que sigue la pista a esta autodenominada «organización juvenil».
En Catalunya el espacio que ocupa Bastión Frontal es el mismo que en el resto del Estado. Los militantes, con mucho contenido ideológico y con formación de militancia, tienen entre 15 y 25 años, muchos de ellos vienen de clase trabajadora y barrios empobrecidos, el caldo de cultivo idóneo para pasarse a una autodenominada «resistencia».
Tal como apuntan los Mossos d’Esquadra, el objetivo es urdir una sede social, pero los especialistas de la policía catalana no esconden que la mejor»sede» que tienen estos grupos, y también Bastión Frontal, es internet, las redes sociales de fuente abierta y canales cerrados de Telegram, que también vigilan, y que utilizan para difundir propaganda de más fondo y organizarse. Entre las vigilancias digitales y las prospecciones policiales, los Mossos también tienen entre sus misiones identificar a los líderes, qué dependencia orgánica pactan con Isabel Medina Peralta y Rodrigo Miguélez y qué alianzas crean, a escala catalana, con otras organizaciones de extrema derecha.