EFE/La Vanguardia.- La Policía australiana concluyó este jueves que el tiroteo perpetrado en diciembre pasado en una propiedad rural del noreste del país oceánico -que causó seis muertos, incluidos dos policías-, fue un acto terrorista motivado por ideas extremistas cristianas, el primero ocurrido en el país.
«Nuestra evaluación ha concluido que Nathaniel, Gareth y Stacey Train actuaron como una célula autónoma y ejecutaron un atentado terrorista por motivos religiosos», dijo hoy la subcomisionada de la Policía del estado australiano de Queensland, Tracy Linford, en una rueda de prensa retransmitida por la cadena públicas local ABC.
En el incidente murieron dos policías y un civil, así como los tres atacantes.
Los referidos hermanos Train y la esposa de Gareth, Stacey, atacaron a quemarropa el pasado 12 de diciembre a un grupo de policías que había ido a investigar una denuncia sobre una desaparición en una propiedad rural en Wieambilla, en la región de Western Downs, unos 270 kilómetros al oeste de Brisbane.
En este ataque, que es el primero de naturaleza fundamentalista cristiana perpetrado en Australia, murieron dos de los agentes que acudieron a la propiedad y un vecino, mientras que los tres delincuentes fueron abatidos más tarde por agentes especiales de la Policía de Queensland.
«No creemos que este ataque fuera aleatorio o espontáneo», aseguró Linford, al agregar que las investigaciones apuntan a que estuvo dirigido contra la Policía.
Los tres atacantes se aferraban a «un amplio sistema de creencias fundamentalistas cristianas, que es conocido como premineralismo», explicó la jefa policial, al detallar que sus seguidores creen en la segunda venida de Jesucristo, tras un período de tribulación, destrucción generalizada y sufrimiento, para quedarse por mil días y traer la paz a la Tierra.
Los investigadores creen que los Train se preparaban para el fin del mundo, a consecuencia de diversos factores como la pandemia de la covid-19, la crisis climática, los conflictos globales y las desigualdad social, según se desprende de los diarios de Tracey Train citados por la jefa policial.
Linford también indicó que las investigaciones – que abarcaron el análisis de un gran número de documentos, textos y mensajes en las redes sociales, junto a 196 entrevistas grabadas y declaraciones- revelan que los atacantes no contaron con ayuda de ninguna otra persona dentro de Australia.
La emboscada de Wieambilla por parte de los Train, que estaban fuertemente armados, motivó una investigación después de que la Policía encontrara armas de fuego, cuchillos, un sistema de seguridad que incluía espejos colgados en los árboles, y otros elementos camuflados alrededor de la propiedad rural.
No obstante, la Policía trabaja con las autoridades estadounidenses para contactar a personas que comentaron en las redes sociales de los Train para determinar si estuvieron implicados en el atentado.
«La ideología extremista cristiana ha estado vinculada a otros atentados en todo el mundo, pero es la primera vez que la vemos aparecer en Australia», declaró Linford.