Un informe elaborado por el organismo de vigilancia Kick It out puso en el ojo de la tormenta al deporte británico. En los últimos días hubo sanciones para el Chelsea y West Ham
Más de 300 denuncias sobre 282 casos de discriminación han sido recogidas por el organismo antes del final del año 2017, cuando un año antes la cifra alcanzaba los 177 incidentes. Ese incremento es más notorio en el ámbito profesional, ya que 131 de los 282 casos tuvieron lugar en las cuatro primeras divisiones del país británico, lo que supone un aumento del 75%.
«Sabemos hasta dónde ha llegado el fútbol (en la lucha contra el racismo), pero también somos conscientes de cuánto trabajo queda por hacer», estimó Rosin Wood, directora del organismo. Entre los incidentes recogidos, más de la mitad corresponden a casos de racismo, uno de cada cinco se refiere a hechos de homofobia y uno de cada diez a casos de antisemitismo.
Recientemente, varios clubes de la Premier League han sido víctimas de este tipo de actos de discriminación. Los hinchas del Chelsea fueron acusados de antisemitismo después de cánticos escuchados el lunes durante la derrota de los Blues ante el Watford, pese a que el club había lanzado unos días antes una campaña de sensibilización.
El West Ham, por su parte, acaba de separarse de su responsable de fichajes Tony Henry, acusado de haber proferido comentarios racistas, revelados por el diario británico Daily Mail, en donde aseguraba que estaba mal visto incorporar a jugadores de raza negra.