El Periódico.– Es una forma más de violencia machista, ya que obliga a las mujeres a someterse a los deseos de sus familias y del futuro marido. Sigue siendo una práctica extendida en lugares como India, Pakistán o Bangladés, aunque los Mossos d’Esquadra han encontrado casos que afectan a Marruecos, Malí u otros países. Se trata de los matrimonios forzados, que el año pasado afectaron a 18 mujeres y niñas. Las víctimas aumentaron el 20% respecto al año anterior en Catalunya, según datos de la policía catalana.
En concreto, en 2023 se realizaron 15 investigaciones que corresponden a estas 18 mujeres y niñas atendidas policialmente, ya que en algunos casos eran hermanas. Entre ellas hay siete menores de edad. Los agentes destacan que se consiguió evitar el matrimonio en 16 de ellas. Dos de las 18 mujeres, si embargo, ya están casadas y han sido maltratadas por parte de maridos y familia.
La actuación policial subió un 15,4%. En 2022 se registraron 13 casos y 15 en 2023. Las víctimas atendidas fueron 15 en 2022 y 18 el año pasado. Por edades hay una de entre 9 y 12 años; seis de 13 a 16 años; seis de 17 a 20 años; una de 21 a 24 años y cuatro de 25 a 27 años.
La media de edad de las mujeres atendidas es de 22 años y de las niñas es de 14. Los Mossos d’Esquadra explican que tuvieron conocimiento de forma directa de 8 casos (44%). El sistema educativo alertó de seis (33%); los policías locales, de dos, mientras que servicios sociales y el sistema sanitario informaron de uno cada uno.
Como medidas de seguridad, la policía señala que las autoridades judiciales retiraron cuatro pasaportes y prohibieron la salida del país; una menor quedó a cargo de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia; se hicieron dos controles en el aeropuerto para evitar salidas del territorio, y dos mujeres mayores de edad ingresaron de forma urgente en una casa de acogida.
Los Mossos realizan un recuento desde 2009 de matrimonios forzosos, ya que en Catalunya se van detectando casos al tener mucha comunidad extranjera, principalmente de Oriente Próximo, en la que esta práctica está más extendida. En los últimos 15 años se han detectado en Catalunya más de 220 casos de mujeres y niñas que iban a ser obligadas a casarse o las casaron contra su voluntad.
La policía catalana ha iniciado una campaña de sensibilización por redes sociales en las que se insta a denunciar. «Si eres víctima, o conoces algún caso, no calles. Ven y te ayudaremos!», indican agentes del cuerpo para alertar ante posibles riesgos de matrimonios forzados. El llamamiento va dirigido principalmente a menores y su entorno, ya que muchas veces existe una fuerte presión familiar que hace imposible que la víctima pueda escapar.
Por redes sociales, los Mossos recuerdan a las víctimas que tienen derecho a decidir con quién se quieren casar y que nadie les puede obligar a decidir su proyecto de futuro. «Nadie puede obligarte a casarte, aunque sea tu padre, madre o hermanos», subrayan. Para realizar tareas de prevención los agentes cuentan con una red en el sistema sanitario, social y educativo y con varias entidades que les alertan de posibles casos.