Los ataques a personas transgénero se disparan un 46%, según el informe del FBI de 2016
AMANDA MARS. EL PAÍS.- La sensación de crispación política y social en Estados Unidos, las noticias de crímenes contra razas, etnias o religiones concretas que salpican los medios un día sí y otro también, quedó confirmada este lunes en el informe del FBI sobre los delitos de odio sucedidos en Estados Unidos que elabora el FBI. En 2016, el año de la campaña electoral americana, aumentaron considerablemente los ataques a latinos y musulmanes, dos colectivos especialmente señalados por la refriega política, y, en menor medida, los dirigidos contra judíos o afroamericanos. Se trata del segundo años seguido en que repuntan este tipo de ataques.
En concreto, el año pasado un total de 344 latinos fueron víctimas de incidentes motivados por su origen, frente a las 299 de 2015, lo que supone un incremento del 23%. Las víctimas musulmanas alcanzaron los 388, lo que significa un aumento del 26% con relación al año anterior. Los afroamericanos, aunque no han padecido un empeoramiento significativo, forman un colectivo mucho más numeroso: 2.220 sufrieron algún incidente por ser negros, frente a los 2.201 de 2015. Para los blancos, el número de afectados por incidentes racistas aumentó un 15%, hasta sumar 909.
En global, aumentaron por segundo año consecutivo todos los llamados delitos de odio, que además de raza o religión, también incluyen crímenes dirigidos contra personas por motivo de su orientación sexual o su género o contra aquellas que sufren alguna discapacidad. La cifra total de incidentes enmarcados en la categoría de odio se situó en 6.121, lo que supone un aumento del 4,6% respecto a los 5.850 del año anterior.
Las estadísticas que el FBI elabora sobre delitos de odio recogen los informes entregados de forma voluntaria por parte de unas 15.000 agencias de seguridad, pero las cifras suelen ser objeto de debate, ya que algunos grupos de derechos civiles y de defensa de las minorías sostienen que algunas ciudades identifican como crímenes de odio menos delitos de los que deberían. Además, según el Southern Poverty Law Center, la entidad que en EE UU elabora un registro de los considerados como «grupos de odio», el número de este tipo de agrupaciones ha crecido también.
Las personas transgénero sufrieron especialmente el año pasado, con crímenes contra 111 miembros de este colectivo, un aumento del víctimas del 46% respecto a 2015. El avance de los transgénero en derecho e integración en Estados Unidos —la semana pasada fue elegida para un puesto legislativo la primera mujer transexual— se ha visto acompañada de un repunte de la violencia contra este colectivo, más visible que nunca. Las agresiones o incidentes que tenían por objetivo gais o lesbianas también subieron por segundo año consecutivo.
En cuanto a los musulmanes, un grupo muy señalado por Donald Trump durante la campaña electoral, que ocupó prácticamente todo 2016, el aumento de la islamofobia ya se percibió, y de forma más virulenta, el año anterior. En 2015 el número de incidentes se disparó un 69% respecto a 2014. Había que regresar a 2001 para encontrar un incremento tan brusco. Tras los atentados del 11-S, perpetrados por el grupo islámico Al-Qaeda, los delitos contra musulmanes escalaron un 1.554%, de 33 crímenes en 2000 a 546 en 2001.
Los latinos también recibieron ataques del hoy presidente de Estados Unidos, especialmente los mexicanos. En 2015, al anunciar que se presentaría a las elecciones, tachó a los inmigrantes indocumentados procedentes del país vecinos «violadores» y responsables del aumento de la delincuencia y la drogadicción.
En el global de los incidentes, sin contar el número de víctimas, afroamericanos, judíos y musulmanes son los grupos que han sufrido más casos. Por otra parte, los ataques por motivos religiosos se han cebado un año más en los judíos, que sufre la mitad de todos los delitos registrados, que asciende a un total de 1.200.