El Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, junto a la Federación Andalucía Diversidad, ha presentado un informe sobre ello
ANDALUCÍA INFORMACIÓN.– El Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, junto a la Federación Andalucía Diversidad, ha presentado el II informe sobre el estado de la lgtbifobia y el conocimiento de la diversidad sexual entre los jóvenes y adolescentes andaluces, un estudio que se ha hecho a través de encuestas a 5.665 jóvenes de entre 12 y 18 años, en 75 centros de Secundaria y 161 clases de todas las provincias andaluzas.
Los datos estadísticos que han arrojado dichas encuestas constatan que «cerca de la mitad de los jóvenes han presenciado algún caso de homofobia o transfobia en su entorno; sin embargo, creemos que es un dato a la baja si tenemos en cuenta que casi un tercio de los encuestados ni siquiera sabe que son la homofobia o la transfobia», ha destacado la directora del Observatorio, Natalia Ronco, quien ha añadido que «vemos tristes y sorprendidos como muchos de ellos creen que las parejas formadas por dos hombres o dos mujeres no deberían tener hijos o que tener un profesor del colectivo es perjudicial para su educación, poniendo una determinada orientación sexual o identidad de género por encima de valores como el cariño y la protección en el primero de los casos y la preparación, empatía o transmisión de conocimientos en el segundo».
En este sentido, el presidente de Andalucía Diversidad, Antonio Ferre, ha señalado que «otro de los ejes en el que debemos tener especial atención es en el aumento de la homofobia y la transfobia en las redes sociales, no todo es libertad de expresión y vemos que los ataques lgtbifóbicos han encontrado otro cauce más para perpetuarse». Igualmente, Ferre ha añadido que «los datos muestran un retroceso en los avances que poco a poco hemos ido haciendo, casi todos los parámetros han experimentado una subida, a veces más tenue y otras muy significativa, como es el caso de la plumofobia: casi la mitad de nuestros jóvenes piensa que se nos puede distinguir por nuestra profesión o nuestra manera de expresarnos».
Datos tan «alarmantes» como creer que el colectivo es más promiscuo –más del 15 por ciento– o que tienen más posibilidades de contraer infecciones de transmisión sexual «no hacen sino continuar con unas creencias erróneas basadas en tópicos y estereotipos sin ninguna base científica, además de denotar una escasa educación sexual, y todo ello, en última instancia, se traduce en acoso o discriminación hacia las personas lgbti», ha manifestado Ronco.
Al hilo de esto, además, el informe destaca el «gran desconocimiento» que tiene la población juvenil en cuanto a diversidad sexual, pues «el modelo de relaciones heteronormativas sigue siendo el imperante, dado que aún hay un 20 por ciento que afirma que en una relación homosexual un miembro hace de hombre y otro de mujer, o pensar que todos los gays quieren ser mujeres y todas las lesbianas hombres, como piensa uno de cada diez jóvenes», ha añadido Ferre.
Ambas entidades, a tener de los resultados, han señalado que las acciones para acabar con la lgtbifobia entre los jóvenes pasa por una labor de sensibilización, concienciación y educación transversal. «Esto implica a toda la sociedad, no es algo que ataña solo a la educación que reciben en los centros, el entorno familiar debe ser el primer pilar respetuoso, pasando por todos los espacios sociales que ocupan los jóvenes y los adultos. Hay que implantar políticas y estrategias enfocadas a erradicar con la homofobia, bifobia y transfobia que aún hay, y mucha, en la sociedad», han finalizado.
