Ata lleva a la fiscalía el caso del transexual vetado para ser padrino

| 28 julio, 2015

La asociación considera que la Iglesia podría incurrir en un delito contra la identidad sexual

AlexSalinasÁNGELES LUCAS. EL PAÍS.- La Asociación de Transexuales de Andalucía Sylvia Rivera (ATA) pondrá en conocimiento de la Fiscalía de Igualdad y contra los delitos de odio de Cádiz el caso del chico transexual que ha sido vetado por la Iglesia para ser padrino de bautismo de su sobrino en San Fernando (Cádiz). La entidad ve que el Obispado de Cádiz y Ceuta podría incurrir en un delito contra la identidad sexual al considerar la decisión eclesiástica un atentado contra los derechos fundamentales por excluir a una persona por su identidad sexual y género. La asociación apunta que realizar el cambio registral de su nombre y sexo no supone una pérdida de derecho. Según recoge la Ley 3/2007 del 15 de marzo en la que se lee: «La rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición».

«Las leyes de la Iglesia no pueden vulnerar una norma de rango estatal, máxime cuando se nutre económicamente de dinero público”, apunta la presidenta de ATA , Mar Cambrollé, cuya asociación ha enviado a la fiscalía una carta postal con la relación de los hechos acontecidos y la solicitud de apertura de una investigación del caso del Alexander Salinas, de 21 años, que, siendo creyente, la Iglesia le ha impedido ejercer el cargo de padrino. «Claramente es un acto de transfobia y de vulneración de derechos fundamentales», apunta Cambrollé.

La federación andaluza Arcoiris, de defensa por la igualdad, ha solicitado una entrevista con el obispo de Cádiz con la intención de hacerle entender la discriminación que, según considera la asociación, se comete con el caso de Salinas. Y el Observatorio español contra la fobia hacia el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (Stoplgbtfobia) ha considerado también «éticamente reprobable» que el obispado no permita al chico ser padrino de su sobrino. «Estoy muy agradecido con todo el apoyo que estoy recibiendo y el movimiento que se está generando», ha declarado Salinas tras conocer las actuaciones de las asociaciones.

En un comunicado emitido en la noche de este lunes, el obispado alega que el Código de Derecho Canónico, c. 874/3 exige a quien haya de ser padrino o madrina de bautismo que «sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir». El obispado incluye que según el Código de Derecho Canónico es el párroco o ministro del sacramento «quien ha de velar con responsabilidad para que se cumplan los requisitos del canon 874, e incluso disuadir a quienes a su parecer no los cumplen por diferentes razones».

Lázaro Albar, el cura de la Parroquia San José Artesano de la localidad gaditana de San Fernando, donde acudió Salinas para gestionar el apadrinamiento, le advirtió de que no sería posible que fuese padrino. “Está muy lejos de mí rechazar a alguien así, todo lo contrario, ha sufrido muchísimo y necesita ser ayudado, pero no puedo cambiar 2.000 años de Historia de la Iglesia”, declaró este lunes Albar, que alega que el cambio de sexo no está permitido en la moral cristiana.

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