Así organizó un grupo de nazis la cacería contra los menas en Madrid

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Bastión Frontal acusó a inmigrantes de una violación a una chica de 13 años en Las Rosas. Luego, acudieron a los pisos donde viven para intimidarlos. Policía y Guardia Civil detectan que este grupo ultraderechista fomenta el miedo de algunos vecinos para ejercer violencia contra los menores marroquís

LUIS RENDUELES / VANESA LOZANO. EL PERIÓDICO.- Se llaman Bastión Frontal y son el grupo neonazi que está detrás del acoso a los menores extranjeros no acompañados de Madrid. Policía y Guardia Civil vigilan sus pasos después de que protagonizaron una marcha hasta uno de los pisos donde viven esos menores en el barrio de Las Musas-Las Rosas (Madrid), de 32.000 habitantes, y gritaran «ni un puto mena en San Blas» y «no nos mires, tírate».

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Todo empezó, explican fuentes que investigan al grupo neonazi, el 13 de octubre con la agresión sexual que sufrió una menor de 13 años cerca de una gasolinera de la calle de Moscú. Integrantes de Bastión Frontal acusaron a varios menas de haber cometido la violación, algo falso según ha podido saber EL PERIÓDICO. De hecho, ya hay un detenido por el caso. «Es español, sabemos quién es y no tiene nada que ver con los menas», subraya Pablo Morena, presidente de la Asociación de vecinos Las Musas-Las Rosas.

Una paliza

El bulo ultra hizo prender la mecha. El martes por la tarde, un grupo de neonazis se echó a la calle en busca de los menas que viven en el barrio. Un coche patrulla de la policía detectó lo que iba a ser una cacería y evitó el enfrentamiento. Esa noche, cuatro personas, uno de ellos un joven magrebí, se enfrentaron con dos de los neonazis, a los que propinaron una paliza. Uno de los miembros de Bastión Frontal fue ingresado en el hospital.

El miércoles por  la noche, un grupo de unas cien personas, muchos de ellos militantes de Bastión Frontal, acudieron a los pisos donde viven los menores y gritaron consignas e insultos racistas contra ellos. Una concentración no autorizada que la Red de Inmigración y Ayuda al Refugiado ya ha denunciado ante la Fiscalía de Madrid por un posible delito de odio. El viernes por  la tarde, SOS Racismo y grupos de vecinos organizaron una manifestación de apoyo a los jóvenes inmigrantes. 

Reparto de comida para españoles

Bastión Frontal es un grupo de neonazis nacido a finales del mes de mayo. Integrado por unos cien jóvenes de entre 18 y 25 años, casi todos hombres, defienden, además de la ideología nazi, el deporte y el reparto de comida solo para españoles, algo que ya han hecho en tres barrios de Madrid.

Los servicios de Información de Policía Nacional y Guardia Civil han detectado que utilizan los problemas con los menores no acompañados en algunos barrios de Madrid, como Casa de Campo-Batán, Hortaleza y, en el último y más grave, Las Rosas-Las Musas. El Ministerio del Interior y la Policía no facilitan estadísticas de autores de delitos, pero sí admiten «un cierto incremento de denuncias por robos en el barrio, especialmente de teléfonos móviles, del que se desconocen los autores».

Aumento de delitos

«Estos grupos neonazis aprovechan el descontento vecinal y la alarma social por  el aumento de delitos en algunas zonas. Luego, se lo achacan exclusivamente a los menas, sabiendo que es falso. La extrema derecha lo que hace es sumarse a ese descontento para que así algunos vecinos toleren la violencia que ellos esperan poder ejercer«, subrayan fuentes de los servicios de información.

«Los menores marroquís llevan años aquí», explica un  vecino del barrio, que afirma que no hay denuncias contra ellos. «Es cierto que no tienen nada que hacer en todo el día, que algunos esnifan pegamento en la calle y que hay vecinos que se han quejado porque no les gusta verlos ahí, pero nadie los ha denunciado», añade.

Morena, el presidente de la asociación vecinal, explica que algunas personas se sienten incómodas con ellos porque son «chavales de 17 años para abajo, que están todo el día en la calle, no tienen formación, no conocen el idioma ni las costumbres, pero la extrema derecha está sacando de madre el asunto para conseguir notoriedad. Los integrantes de Bastión Frontal ni siquiera son vecinos del barrio«. El hombre añade: «los menas llevan en ese piso tutelado un año y medio aproximadamente y la seguridad de la zona no ha empeorado por ellos, sino por la falta de agentes y vigilancia policial».

Bastión Frontal no esconde su ideología. En un documento al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO se afirma: «Nuestra organización se diferencia de otras por la confrontación directa en las calles… Unas veces se te requerirá para acciones sencillas: pegar carteles, ayudar en repartos de comida… Otras se te exigirá para acciones más agresivas, en las que seguramente peligre tu integridad física«.

Boxeo y muay thai

Debido a esa política de «confrontación directa» en las calles, los militantes del grupo neonazi son conscientes de que «no serán pocas las veces que nos veamos rodeados, en inferioridad numérica…Debemos estar preparados. Se exigirá a cada militante que esté apuntado a un gimnasio y practique algún deporte de contacto: boxeo, muay thai, K1, MMa…», en alusión a artes marciales mixtas.

Los dirigentes de Bastión Frontal son conscientes de que están bajo la lupa de la policía. «Si llevamos estos puntos interiorizados, no habrá Brigadas de Información, ni fiscalías, ni leyes y jueces, ni montajes policiales que en un futuro quieran ponernos contra las cuerdas y eliminarnos».

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