EL MUNDO.- Hace dos años, la activista trans Julie Berman pronunció una conferencia en la que recordó a una amiga asesinada. El pasado domingo fue a ella a quien encontró la policía canadiense en su casa de Toronto, con la cabeza destrozada a golpes. Tenía 51 años, informa The Globe and Mail.
«Es desgarrador… Le ha sucedido lo mismo que trataba de denunciar», lamentaba su amiga Davina Hader, miembro de la asociación LGTBThe 519. El cuerpo de Berman apareció con «graves heridas por objeto contundente» en la cabeza en su casa, después de casi tres décadas de activismo.
Un hombre de 29 años, Colin Harnack, ha sido detenido y acusado de homicidio. Su nombre no dice nada a la comunidad LGTB. Un estudio publicado en 2015 por el proyecto Trans Pulse reveló que el 20% de las personas trans de Ontario habían sido agredidas física o sexualmente por el mero hecho de serlo, y que otro 34% había sufrido amenazas o acoso verbal.
En muchas ocasiones las agresiones quedan sin denuncia porque, siempre según los datos del colectivo, el 24% de las personas trans han sufrido acoso policial.