DPA/EP.- Un hombre noruego de origen paquistaní y perteneciente de la minoría ahmadí ha sido asesinado a tiros en Gujrat, en el este de Pakistán, ha informado la Policía, en el que es el último de una serie de crímenes de odio contra quienes profesan esta fe, perseguida en el país por blasfema.
La Policía ha informado de que Rasheed Ahmed, de 75 años, fue asesinado en Gujrat por motivos religiosos. El responsable de los disparos es un joven musulmán que se habría suicidado tras cometer el crimen, según las primeras investigaciones.
La muerte de Ahmed es la última de una serie de asesinatos de personas que profesan esta fe en los últimos años, que ha suscitado la condena de organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales. Los ahmadíes, una comunidad de unos cuatro millones de personas, se enfrentan desde hace décadas a amenazas de muerte, intimidación y una sostenida campaña de odio.
Los ahmadíes insisten en que son seguidores del islam, pero Pakistán los declaró no musulmanes en 1974 por considerar profeta al fundador de su secta, Ghulam Ahmad. El islam ortodoxo sostiene que no puede haber profetas después de Mahoma.
Alrededor de 270 miembros del grupo han muerto en ataques selectivos con armas de fuego o bombas desde 1984, cuando comenzó la violencia sectaria en Pakistán, según las estadísticas recopiladas por esta comunidad.
