LA MAREA.- Pasan pocos minutos de las 12:00 horas. La Reial Senyera ha descendido del balcón del Ayuntamiento y comienza su peregrinaje por las calles de Valencia. Es la procesión cívica con motivo del Día del País Valenciano, el momento de mayor exaltación regionalista del año.
Todos los años, durante la procesión y al paso de las autoridades, hay enfrentamientos, insultos, pitos, gritos. Desde hace un par de años, los extrabajadores de RTVV le recuerdan a los políticos que son unos “ladrones”. La derecha valenciana, por su parte, exhibe su odio anticatalanista. Los insultos se confunden con los aplausos al paso de la bandera.
Pero este año ha sido distinto, la ultra derecha europea se ha colado en los actos del Nou d’Octubre. Cerca de un centenar de jóvenes con estética ultra han aparecido en medio de la manifestación uniformados con una camiseta en la que podía leerse un lema: “El mañana nos pertenece”. Detrás de una pancarta, donde que podía leerse “combatimos el independentismo”, han desfilado en formación de cuatro y coreando lemas contra Cataluña y vivas a favor de España.
Al poco de iniciarse la marcha, han desplegado una nueva pancarta pidiendo la libertad “a los presos políticos griegos”. En ese momento han alzado los brazos y han comenzado los vivas a Amanecer Dorado y la petición de “amnistía” para los miembros de ese partido, en la cárcel por integración en banda criminal.
A lo largo de todo el recorrido de la marcha han sido constantes las proclamas fascistas, los gritos de “¡Cara al sol se vive mejor!” y las llamadas a la “unidad nacional” y a la “revolución en toda Europa, siguiendo la estela de Grecia”.
Procesión cívica
La procesión cívica ha estado encabezada por un grupo musical de tabal y dolçaina, al que seguían las autoridades locales y autonómicas. La Reial Senyera era portada por el concejal de deportes del PP, Cristobal Grau, al que acompañaban representantes del resto de grupos políticos.
Tras ellos, se han colocado militantes del colectivo de ultraderecha, regionalista y anticatalanista, Grup d’Acció Valencianista (GAV), y miembros de España 2000, con su líder, José Luís Roberto, a la cabeza. A continuación, separados por 50 metros de los colectivos de extremaderecha, extrabajadores de Radio Televisión Valenciana y militantes de Compromís que, como cada año, han tenido que ser escoltados por la policía para evitar problemas.
Entre el público, había banderas de Valencia y muchas de España, pegatinas de “No nos haréis catalanes” y conversaciones cargadas de política, la gran mayoría en castellano.
En el tramo final, la Reial Senyera volvía al Ayuntamiento, los gritos de apoyo a Amanecer Dorado se difuminaban y las calles de Valencia se despejaban a la espera de una nueva manifestación de esta tarde, de izquierdas, “por la dignidad del País Valenciano”.