La presidenta nacional de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, Amparo Sánchez, ha lamentado que los casos de rechazo hacia el islam y los musulmanes han aumentado en un año cerca de un 500% en España con cerca de 300 episodios de discriminación y violencia recogidos en el 2015.
Si en el año 2014 hubo 49 casos de rechazo, un 9 por cieto más que en 2013, durante el pasado ejercicio las cifras se han disparado. «Con lo de Charlie Hebdo hubo un repunte brutal, luego lo de los refugiados volvió a experimentar un ascenso y pensamos que el 2016 tampoco será fácil».
En su opinión, el 2015 ha sido un año «complicado porque cuando te encuentras asesinos que dicen que matan inocentes en nombre de tu religión es algo que se te enciende la sangre porque fomentan la islamofobia o el odio al Islam. Agreden más a las mujeres que a los hombres».
El pasado año hubo de todo un poco. «Ha habido ataques contra personas y contra bienes, además de muchas pintadas, muchas de ellas en mezquitas, y pegadas de carteles así como ataques a comercios en avenidas donde hay muchos musulmanes. Uno de los últimos ataques fue a una anciana de 72 años y a su nieta de 7 años, a las cuales agredió brutalmente un hombre fuerte, algo terrible».
«Cometen barbaridades, las cometen en nombre de su religión cuando no las representan en absoluto y tercero porque sufrimos las consecuencias. Por este motivo, la islamofobia está creciendo en España», ha dicho.
A la hora de dibujar un mapa de la islamofobia en España ha dicho que «está muy extendida aunque hay algunas zonas más conflictivas que otras. Allí donde se encuentran partidos de extrema derecha que han conseguido alguna representación se fomenta más».
Amparo Sánchez ha criticado a determinados partidos políticos «que intentan rentabilizar políticamente la islamofobia pero afortunadamente no consiguen los buenos resultados que han conseguido en otros países como Alemania o Francia. En España no sucede pero el discurso islamófobo que difunden desgraciadamente sí cala en la sociedad porque los políticos crean opinión».
La presidenta nacional de este colectivo ha entendido que en épocas de crisis «es muy fácil fomentar el miedo o el odio al diferente, sobre todo con mentiras como que vienen a quitarnos el trabajo, lo cual va calando».
Preguntada por Efe sobre si las operaciones antiyihadistas fomentan esta islamofobia nos puntualiza: «a los terroristas hay que detenerlos pero aquí hay que darle también voz al contradiscurso, es decir, si sólo le damos voz al discurso del terrorista creamos alarmismo y miedo. Por ello, hay que escuchar todas esas organizaciones musulmanas que claramente se posicionan en contra del terrorismo».
«El Islam es convivencia, amor y paz, nada tiene que ver con el terrorismo y Ceuta y Melilla son un claro ejemplo y es una pena horrorosa por las detenciones en ambas ciudades, donde parece que es más fácil captar a jóvenes y hacerles cometer esas barbaridades», ha puntualizado.
Ha querido separar la religión del terrorismo. «Si los jóvenes conocieran el Islam y su mensaje profético no los habrían podido engañar porque sacan del contexto pasajes del Coran y los manipulan, lo que demuestra que hay un gran desconocimiento».
Por este motivo, advierte algunas soluciones, entre ellas educativas. «Hay que revisar los textos escolares, sobre todos los preuniversitarios, para que no encuentren un terreno abonado, explicar muy bien la historia y no hablar de Al-Andalus sólo en clave de guerra sino explicar lo bueno y lo malo de esa época».
Amparo Sánchez, que ayer intervino en la segunda mesa redonda titulada «El papel de la mujer en la vida social, política, cultural y económica», ha resaltado que la islamofobia «tienen el discurso del odio, internet o los problemas de las mujeres para acceder a puestos de trabajo, es decir, todavía no hay conciencia de que son ciudadanos españoles que profesan la religión musulmana».
La plataforma, de ámbito nacional, con sede en Valencia, se creó en el 2011 y su presidenta espera «que algún día tenga que disolverse porque no tenga ningún sentido pero el fenómeno de la islamofobia ya se veía venir».
No obstante, defiende que este movimiento «es independiente pero también diverso y plural porque hay musulmanes, no musulmanes, otros que no profesan ninguna religión … es decir, somos tan diversos como la sociedad española».
Amparo Sánchez tiene un mensaje para las mujeres musulmanas: «que estudien, se formen, se marquen sus propios objetivos, tomen sus propias decisiones y que ejerzan la plena ciudadanía y que intenten que el resto de la sociedad les reconozca esa ciudadanía».
La plataforma ciudadana realiza seguimientos de las expresiones de discriminación islamófoba, acompaña y asesora a las víctimas para la denuncia de los delitos de odio y trabaja con las instituciones nacionales y europeas para combatir y prevenir la discriminación y los delitos de odio.