Eso significa que ni siquiera las personas nacionalizadas griegas o los inmigrantes con papeles tienen derecho a tratamiento.
El funcionamiento es sencillo: un médico en la sede del partido examina a los pacientes y les deriva a un especialista que luego ofrece asistencia en su propia consulta.
«Hemos creado una red de 150 médicos que atienden a la gente gratis», asegura Jristu, unas cifras difíciles de contrastar porque ningún médico parece dispuesto a reconocer públicamente que trata sin cobrar solo a griegos.
Lejos de limitarse a crear una red de asistencia para los griegos de raza, los grupos de choque ligados al partido han llevado a cabo ya varias «operaciones» en hospitales contra los extranjeros.
Hace una semana, una treintena de «camisas negras» irrumpió en el hospital regional de Trípoli, a 150 kilómetros al sur de Atenas, y exigió información, documentación y permiso de trabajo a las enfermeras de origen extranjero.
El comando acabó echando por la fuerza a cuatro personas que no quisieron o no pudieron presentar papeles.
Al día siguiente, la directora, Eleni Siuruni, explicó en una rueda de prensa conjunta con Amanecer Dorado que comulga con la crítica de este partido de que en los hospitales haya extranjeros sin papeles contratados por algunos pacientes como enfermeros o cuidadores privados, dada la deficiente atención sanitaria del país.
Siuruni fue despedida, pero muchos médicos que dedican su tiempo libre a dar cobertura gratuita a los necesitados se quejan de la permisividad gubernamental hacia las actividades del partido neonazi.
«El problema no es lo que hagan ellos (los seguidores de Amanecer Dorado), sino lo que se les permite hacer. Esto es lo que tiene que acabar», denuncia Nikitas Kanakis, presidente de Médicos del Mundo Grecia, en declaraciones a Efe.
Un día después del incidente en Trípoli, uno de los centros de esta ONG en Pérama, un barrio de El Pireo, recibía la «visita» de simpatizantes de Amanecer Dorado.
«Era un ejército de unas 50 a 60 personas. Fue una muestra de fuerza», explica Kanakis para añadir que los neonazis profirieron amenazas contra esta red solidaria.
Pese a esta evolución, el presidente de Médicos del Mundo no cree que vaya a haber muchos doctores que acepten participar en «Médicos con Fronteras», por mucho que los neonazis lo quieran calificar de red.
«Es ridículo. Va contra el juramento hipocrático y contra la ley. Y es una humillación de la acción humanitaria», sostiene, aunque luego admite: «Bueno… incluso en los campos de concentración nazis había médicos. Incluso Mengele era médico».
Fuente: EFE.