Público.- La apología franquista y neonazi está a la vista de cualquier vecino de Alpedrete. En este municipio madrileño de 15.000 habitantes conviven con la amenaza diaria de la extrema derecha, pero los responsables municipales –de PP y Vox, en coalición– creen que no hace falta tomar medidas al respecto, al tiempo que se aferran al lema de que ellos condenan «todas las violencias».
Carlos García-Gelabert, alcalde entre 2015 y 2019 por Alpedrete Puede y actual concejal de Podemos, sabe en carne propia de qué trata todo esto. «A mí me pintaron la casa y me pincharon las ruedas dos veces con tornillos», dice a Público.
Durante su periodo al frente del ayuntamiento, el entonces alcalde denunció las acciones de grupos neonazis ante la Guardia Civil. La corporación también activó un Observatorio contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia que buscaba «prevenir y detectar situaciones y hechos que fomenten e inciten al odio, hostilidad, acoso, discriminación o violencia» por motivos xenófobos, racistas, antisemitas u homófobos.
«A mí me pintaron la casa y me pincharon las ruedas dos veces con tornillos»
Hoy García-Gelabert se lleva las manos a la cabeza y piensa cómo acabarán las cosas. El pueblo, conocido a su pesar por las actuaciones de grupos neofascistas, está plagado de pegatinas neonazis y franquistas que ocupan el 95% de las señales de tráfico existentes en el municipio.
La cosa no termina ahí. En Alpedrete también ha habido pintadas contra la sede del PSOE,y en las últimas navidades, en pleno aperitivo, varios jóvenes de extrema derecha provocaron a los asistentes entre cánticos y bengalas. Los ultras colocaron además una bandera española con el emblema neofascista de «Noviembre Nacional» en las vallas que rodeaban al DJ, que además es concejal del PP.
«Investigar y limpiar»
Paco Miranda, concejal de Más Madrid, comparte la misma dosis de indignación. «Pedimos que investiguen y también que limpien: no hay señal de tráfico que no tenga una pegatina de Hitler o de Franco«, afirmó a Público.
Con ese espíritu fueron al pleno del ayuntamiento celebrado el pasado 25 de enero. Unión del Pueblo de Alpedrete (UNPA), Más Madrid Alpedrete, PSOE Alpedrete y Podemos-IU, junto con la concejala no adscrita María Luz Sancho, defendieron una moción en la que se reclamaba que el Gobierno municipalactuara ante el auge neonazi.
La iniciativa de la oposición buscaba además que el ayuntamiento formulase una denuncia ante la Guardia Civil y activase nuevamente el Observatorio contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia. Asimismo, instaba al Gobierno local a emitir una «declaración pública de condena y rechazo» que contribuyese a «limpiar la imagen del municipio».
«Extrarradio»
Nada de eso ocurrió. Varios días después de aquel pleno, las pegatinas neonazis siguen decorando las señales de tráfico y las acciones de la ultraderecha se mantienen impunes. Los concejales de PP y Vox se negaron a aprobar la moción y a adoptar las medidas que se reclamaban en el texto, lo que aumentó aún más la indignación entre los grupos de la oposición.
«Si no aprueban una moción sobre árboles, imagínese una sobre fascistas»
El mismo día que se votó esta moción hubo otra del PSOE para que se hiciera un catálogo de árboles de especial cuidado en el municipio que también fue rechazada, porque dijeron que no iban a aprobar ninguna iniciativa que viniese del extrarradio constitucional. «Si no aprueban una moción sobre árboles, imagínese una sobre los fascistas», resume Miranda.