ABC. El sospechoso localizaba a sus víctimas a través de una aplicación de citas y después utilizaba drogas de sumisión para robarles antes de acabar con su vida. La Ertzaintza investiga cuatro muertes similares pero no descarta que existan más víctimas aún sin identificar.
Las alarmas saltaron en Bilbao en octubre de 2021 cuando la familia de un vecino de 43 años, que aparentemente había fallecido de forma natural, denunció que alguien había hecho movimientos de miles de euros en su cuenta bancaria. La muerte no extrañó demasiado a los investigadores en un primer momento porque no es del todo inusual que una persona de mediana edad muera de forma súbita por cardiopatías no detectadas. Sin embargo, un segundo análisis de las muestras recogidas durante la autopsia reveló que en el organismo había restos de éxtasis líquido.
Los investigadores confirman que se trata de una sustancia que suele ser habitual en los casos de sumisión química. Tras este hallazgo, la principal hipótesis es que el presunto asesino drogara a la víctima para conseguir sus claves bancarias.
Además, estas sustancias suelen dejar a a quienes las consumen en un estado similar al de una sedación médica por lo que si alguien le tapara la boca y la nariz con una almohada, la muerte se produciría con más rapidez y sin apenas dejar marcas de violencia.
Tras la denuncia de la familia, la Ertzaintza comprobó que uno de sus últimos movimientos había sido citarse en su domicilio con otro hombre al que había conocido a través de una aplicación de citas para el colectivo homosexual. Ese encuentro reveló una macabra coincidencia con al menos otras tres muertes sin aparente explicación ocurridas en las mismas fechas también en el Casco Viejo de la capital vizcaína.
Según informa El Correo, en los otros tres casos que ahora se analizan, los fallecidos eran también hombres homosexuales, según sus familias, que al igual que la primera víctima identificada vivían en el centro de Bilbao y que también tenían perfiles en esas aplicaciones de citas. Los tres casos se cerraron después de realizar la autopsia por una aparente muerte natural. Sin embargo algunas fuentes apunta a que también podrían haberse detectado movimientos bancarios cuando el titular de las cuentas ya había fallecido. Ese mismo diario señala que además de los cuatro casos judicializados también se estarían revisando otras cuatro muertes más ocurridas en circunstancias similares.
A través de una app de citas
En la investigación ha resultado fundamental el testimonio de otro hombre que logró escapar de su agresor tras pedir auxilio a sus vecinos en diciembre del año pasado. Los investigadores creen que el presunto asesino utilizaba esta aplicación de citas para seleccionar a sus víctimas y quedar con ellas. Una vez en su domicilio se las ingeniaba para darles una droga de sumisión y así conseguir sonsacarles datos bancarios antes de acabar con su vida.
Ahora tratan de demostrar que en los otros casos judicializados también se utilizaron drogas de sumisión. Lo habitual es que tras una muerte sin aparentes signos de violencia en la autopsia únicamente se analice la presencia de cocaína, cannabis u otras sustancias que puedan revelar un consumo abusivo que explique la muerte. Sin embargo, aunque finalmente se concluya que el fallecimiento ha sido por causas naturales, siempre se guardan muestras de sangre congeladas por si fueran necesarias en futuros análisis o pruebas de paternidad. En este caso se están descongelando las muestras de los casos investigados en busca de restos de éxtasis líquido o de otras drogas similares.
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha reconocido en una entrevista que la situación actual en la capital es de «calma tensa». Ha confirmado que el Consistorio tiene constancia de que los servicios centrales de la Ertzaintza mantienen abierta una investigación pero pedía «prudencia» y «no alarmar» a la sociedad. Es, de hecho, la única declaración oficial al respecto que se ha producido desde que trascendiera la investigación. En la Ertzaintza y en la Consejería de Seguridad el mutismo varios días después sigue siendo total. Consultados por ABC, se limitan a confirmar la existencia de una investigación abierta de la que rehúsan dar datos por encontrarse «bajo secreto de sumario». Tampoco han sido desmentidos ninguno de los detalles de la investigación que han trascendido hasta el momento.
Algunos medios locales apuntan a que incluso habría ya un sospechoso identificados. Se trata, según estas fuentes, de un hombre de origen colombiano de entre 20 y 30 años. Al parecer se hacía llamar Carlos en estas aplicaciones de citas. Algunas fuentes apuntan a que podría tener antecedentes por estafa en otras comunidades como Madrid o la zona del Levante.