ITOGANDOL.- La Cámara de Apelaciones de la ciudad alemana de Wuppertal confirmó, el viernes pasado, la decisión de un juez que declaró que el intento de tres palestinos de incendiar la sinagoga local con cócteles molotov en julio de 2014 no estuvo motivado por antisemitismo, sino que fue una expresión justificada de sus críticas a las políticas de Israel a fin de llamar la atención sobre la Guerra de Gaza.
Dado que estaban alcoholizados y nadie resultó herido, el magistrado los condenó a penas de prisión en suspenso.
El ataque causó daños por 800 euros a un templo que reemplazó al que había sido quemado en el pogrom de 1938, tristemente conocido como la Noche de los Cristales Rotos.