El Debate.- El plan consistía en reclutar un grupo de asalto entre los estimados 23.000 seguidores (entre ellos veteranos del ejército) y simpatizantes. Armarlos con fusiles de asalto y ocupar el Bundestag el llamado «Día X».
El objetivo: derrocar al gobierno alemán, desmantelar el Estado y crear un nuevo Reich, o imperio alemán, que dé continuidad al devenir histórico de Alemania interrumpido por la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
Ese es, a grandes rasgos, y según el hilo de acontecimientos investigado por los servicios de inteligencia alemanes, los planes del movimiento Reichsbürger (Ciudadanos del Reich), cuyos cabecillas serán juzgados en un proceso que comienza este miércoles en Frankfurt.
Para añadir más elementos sorprendentes a esta conspiración, el complot lo encabezaba el príncipe Heinrich XIII Reuss, de 72 años, un aristócrata alemán con vínculos con movimientos neonazis, obsesionado con las teorías de la conspiración y que pretendía autodenominarse jefe de Estado.
Para el aristócrata la muerte de la reina de Inglaterra Isabel II era la señal esperada para entrar en acción, apunta la BBC.
A pesar de los elementos increíbles de la conspiración, las autoridades alemanas y las fuerzas de seguridad se han tomado muy en serio el intento de golpe de Estado, consciente de las redes neonazis que hay detrás del complot.
Los principales implicados en la intentona fueron detenidos en una macrorredada con actuaciones en toda Alemania en 2022.
Los planes del Príncipe Reuss pasaban por disolver el parlamento, aunque para ello hubiera que ejecutar a varios parlamentarios, y tomar el poder por la fuerza.
Acto seguido, se negociaría un nuevo acuerdo de paz con los aliados que enmendara la capitulación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Además, se buscaría la alianza con la Rusia de Vladimir Putin para evitar el aislamiento internacional.
Para tomar todas las instituciones alemanas a nivel federal, estatal y local, los conspiradores planeaban crear un ejército de 286 unidades que se encargarían de imponer el nuevo régimen en todo el territorio alemán.
La preocupación del gobierno alemán y de los servicios de inteligencia, el motivo por el que se han tomado tan en serio unos planes a priori inverosímiles, es que el grupo tenía acceso a un enorme arsenal, además de contar con recursos económicos de unos 500.000 euros.
