Alemania ‘caza’ a los alborotadores españoles de los altercados del G-20
10/06/2018 El País.- La policía española advirtió hace casi un año a sus homólogos alemanes de que grupos de españoles se estaban organizando para unirse a los llamamientos que, a través de las redes sociales, estaban realizando los Black blocs, los jóvenes anticapitalistas vestidos de negro que violentan las manifestaciones. Lo que no pudieron imaginar es que, tras los cuantiosos destrozos ocasionados por los cientos de ellos que se dieron cita en la pasada cumbre del G-20 de Hamburgo, los pasados 7 y 8 de julio, se pondría en marcha una minuciosa y laboriosa investigación para identificar uno por uno a esos miles de participantes en los altercados, hasta individualizar a la perfección a once de los más agresivos, tres españoles; el resto, franceses, suizos e italianos.
Las autoridades alemanas, que cuantificaron en 2,7 millones de euros los daños materiales provocados en el barrio de Sternschanze, no están dispuestas a que esos actos vandálicos multitudinarios –coches incendiados, mobiliario urbano destrozado o arrancado, daños en viviendas…— queden impunes.
En los vídeos enviados por los policías germanos a la Policía Nacional española se ve perfectamente a los tres jóvenes, que han sido investigados por la Audiencia Nacional y cuyos domicilios han sido registrados por agentes de la Comisaría General de Información. Cada uno indicado con una flecha de un color, que le persigue por toda la pantalla. Hasta el momento, y por las contundentes pruebas en su contra, son solo tres los arrestados españoles, acusados de “desórdenes públicos”, “atentado contra la autoridad” y “agresión física”, según el auto del juez del juzgado provincial de Hamburgo. Pero son decenas los que aparecen en esas grabaciones a las que tuvo acceso EL PAÍS.
“Acudieron a la llamada de manera individual pero, como puede verse, se conocen y se unen para actuar”, comenta las imágenes el agente. Ocupan las primeras posiciones de la manifestación. Primero visten una indumentaria informal, pero cuando la policía alemana comienza a tratar de desalojarles de las calles, comienzan a cambiar de atuendo, cubriéndose con casacas de color negro, capuchas y embozos de ese mismo color, para resultar más anónimos e irreconocibles.
Los investigados aquí en España son tres treintañeros, viejos conocidos de la policía por sus vinculaciones con los ultras de izquierda. Se trata de jóvenes que proceden de familias de clase media-alta con padres altamente cualificados: “Catedráticos de universidad, directores de cine…”, que se sorprendieron al saber que alguno de sus hijos no estaba “de beca Erasmus” en Hamburgo, sino arrancando adoquines con palancas y lanzándolos contra los policías (uno de los cuales resultó herido grave), según relatan los atestados de los agentes.
Un visionado detallado de los múltiples vídeos y fotografías recabados por la policía alemana aquellos días, logra reconocerles por otras partes de su vestimenta, como los pantalones, los zapatos o las zapatillas, los mismos complementos que fueron encontrados en los registros efectuados por la policía y ordenados por el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional. También intervinieron los teléfonos móviles de los tres investigados, dos de los cuales vivían en pisos okupados de Carabanchel (Madrid) y otro lo hacía con sus padres. “Son elementos clave para demostrar que estaban allí”, explican los investigadores.
Aunque sus nombres no han trascendido, la policía alemana asegura que a uno de lo tres españoles identificados lo identificó, entre otras pruebas, gracias a la portada de la revista alemana Bild al día siguiente de los hechos. Llevaba la imagen de un encapuchado lanzando un adoquín contra la policía y, sobre ella, el título: “¿Quién conoce a este alborotador del G-20?”.
El operativo, promovido desde un juzgado de Hamburgo, ha sido coordinado a través de Eurojust (órgano de la Unión Europea encargado del refuerzo de la cooperación judicial entre los Estados miembros), con 11 requisitorias individualizadas para cada acusado. Los tres españoles, que se enfrentan hasta a cinco años de prisión, quedaron en libertad con cargos a la espera de ser citados por el juzgado alemán.
La búsqueda de los 11 investigados ha sido ordenada simultáneamente en Italia (2), Francia (2), Suiza (3) y España (4), aunque hasta el momento se han identificado y llamado a declarar a siete personas aparte de las españolas —dos en Italia y 2 en Suiza— en una extraordinaria investigación desarrollada por la Oficina Criminal del Lander de Hamburgo bajo coordinación estrecha de la Policía Federal Alemana (BKA), Eurojust, la Fiscalía y el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.