13/06/2018 El Mundo.- Roma-Viena-Berlín. Ese el nuevo eje contra la migración irregular que se formará en Europa tras el episodio de la embarcación Aquarius. La iniciativa fue propuesta telefónicamente ayer por el ministro italiano de Interior y líder de la xenófoba Liga,Matteo Salvini, a su colega alemán,Horst Seehofer y éste la discutió este miércoles con el canciller austriaco, el también conservador Sebastian Kurz.
Ha sido acogida de buen grado: «Es una propuesta de cooperación regional razonable», declaró Kurz en un comparecencia de prensa con Seehofer, tras una reunión centrada en la migración, uno de los grandes temas que dominará la presidencia rotatoria de la UE que asume Austria el 1 de julio.
No ha habido, que se sepa, reparos a la propuesta de Salvini. Las críticas de Seehofer y de Kurz a la política de acogida de la canciller Angela Merkel son conocidas. La iniciativa encaja como la horma en su zapato. Y Kurz, a la postre, dirige en un Gobierno de coalición con los populistas de derechas FPÖ, partido equiparable a la Liga.
Kurz argumentó que el eje Roma-Viena-Berlín contra la migración sin papeles tiene sentido porque «los migrantes llegan a Italia, cruzan a Austria por el paso alpino de Brenner y siguen su marcha hasta Alemania». Y para quitar hierro a una cooperación regional con demasiada carga ideológica, el canciller austriaco precisó que «en Europa hay muchos grupos en torno a la migración», entre los que incluyó Finlandia y Holanda.
«Son los Gobiernos los que deben decir sobre la acogida de migrantes, no los traficantes de personas», agregó Seehofer, quien, tras el armisticio que parecía haber firmado con Merkel en materia de migración ha vuelto a desenfundar la espada y reabierto las grietas en la coalición, con la mirada puesta en las elecciones bávaras del próximo mes de octubre. En un plan maestro que no acaba de presentar por las enmiendas de Merkel, el ex ministro bávaro y líder de la muy conservadora Unión Socialcristiana (CSU) propone, entre otras medidas, las expulsiones en caliente de los migrantes que se hayan registrado anteriormente en otro país.
El rechazo de Merkel a los planes de su ministro ha producido tanto revuelo como la ausencia de Seehofer en la Cancillería con motivo la X Cumbre sobre Integración, aunque esa es una de las competencias de su cartera.
Kurz evitó en su comparecencia con Seehofer inmiscuirse en los disensos internos, pero como ya destacó en su entrevista previa con Merkel, abogó por una solución europea y un reforzamiento de las fronteras exteriores. «Esa es la única manera de evitar medidas unilaterales que supongan la vuelta a las fronteras internas».
Es por ello que Austria, y en un futuro inmediato también Alemania, según afirmó el miércoles Seehofer, enviarán refuerzos a las autoridades de Albania antes de que sea demasiado tarde. «En Albania se está abriendo una nueva ruta, esta vez procedente de Grecia. Tenemos que actuar o se producirá una nueva catástrofe», dijo Kurz. La presidencia austriaca de la UE propondrá, entre otras medidas la ampliación del mandato de Frontex y una mayor dotación económica y de personal a la misión.
Por su parte, la canciller Merkel quitó hierro a la «alianza de voluntarios» anunciada por Seehofer y Kurz eludiendo un pronunciamiento sobre un eje que situaría a la CSU, socio de su coalición de Gobierno, con los ultraderechistas FPÖ y La Liga Norte. «Hay países de llegada como Italia, Grecia o España con una problemática especial y también muchas formas posibles de cooperación. El canciller Kurz y yo coincidimos es que la solución al problema de migración es europea, aunque hay muchas formas de cooperación para abordar la migración legal e ilegal», declaró Merkel dando a entender que, en lo que a su gobierno respecta, esa alianza no irá más allá de un ejemplo y no traspasará el nivel de cooperación entre ministros de Interior.