Diario de las Americas.- Según la Lista de la Persecución Mundial 2019 denuncia que la pandemia ha exacerbado la discriminación, que afecta a 1 de cada 8 cristianos en todo el mundo
MADRID.- Al menos 340 millones de cristianos sufren discriminación, trato desigual y persecución en todo el mundo durante 2020, según la Lista de la Persecución Mundial 2019, elaborada anualmente por la organización evangélica Puertas Abiertas, y que recoge los 50 países con mayores niveles de persecución a los cristianos. Esta cifra supone un aumento de 20 millones, con respecto a las cifras que este mismo estudio presentó el año pasado.
El documento, recogido por Europa Press, señala que «por primera vez» se han detectado niveles de persecución «muy alta» en el medio centenar de estados analizados y que, en 12 de primeros, los niveles podrían calificarse de «extremos», en comparación con los 11 del año anterior.
Más allá de estos 50 países, explican los expertos, cuatro más también obtienen una puntuación «muy alta», mostrando el impacto de las restricciones del COVID-19. Es decir, en total, 74 países –uno más que en 2019– mostraron niveles extremos, muy altos o altos de persecución, lo cual afecta a 1 de cada 8 cristianos en todo el mundo.
Esta lista, realizada sobre la base de extensas encuestas combinadas con entrevistas a expertos, recoge además los titulares mundiales de la violencia incesante que se ha producido, por ejemplo, en Nigeria, así como los sistemas de vigilancia utilizados en China y la India para controlar a los ciudadanos por su propia «protección» y «seguridad».
Denuncian connivencia de las autoridades
Además, destaca las formas en que las redes de delincuencia organizada, en África subsahariana, en América Central y América Latina que, a su juicio, consolidan su poder ante la falta de capacidad de los sistemas estatales para satisfacer las necesidades locales de suministro de salud, alimentos, trabajo y otros artículos de primera necesidad.
«La falta de gobernanza e incluso la connivencia de las autoridades significa, con demasiada frecuencia, que hay impunidad para la violencia o la discriminación por motivos religiosos», explica el informe.
Pero, además, este 2020, la Lista recoge que el COVID-19 ha sido un catalizador de la represión de las minorías cristianas, a las que, en países como Bangladesh, la India y Pakistán, así como Yemen y Sudán, se les negó a veces la ayuda, según apunta el estudio. En este sentido, se recoge que a algunos se les dijo que era porque «su Iglesia o su Dios deberían alimentarle» o incluso que «el virus fue creado y/o propagado por Occidente».
Desde Puertas Abiertas también denuncian que el violento grupo islamista Al Shabaab en Somalia culpó a los cristianos por el coronavirus; mientras que en Sri Lanka, el coronavirus fue el pretexto para que la policía visitara los hogares de los cristianos e investigase a los miembros y las actividades de la Iglesia.
Corea del Norte, en primer lugar
A pesar de todos estos sucesos, es Corea del Norte el país que el documento que el estudio sitúa a la cabeza de los estados discriminatorios. De hecho, ha ocupado este puesto en los últimos 20 años.
En este país, entre otras cosas, la hermana de Kim Jon Um ordenó que la lección diaria sobre la «Grandeza» de los líderes para todos los niños desde la edad de la guardería se incrementara de los 30 minutos al día a 90 minutos, lo que ha llevado a los padres a tener miedo de hablar incluso a sus propios hijos sobre su fe cristiana.
En cuanto al resto de países que forman el ‘top 10’ de esta lista, Puertas Abiertas destaca que Nigeria entra a formar parte de ellos, por primera vez desde 2015, situándose en el número 9, mientras que Yemen e Irán han subido un puesto. India, por su parte, se mantiene en el número 10, debido al «creciente nacionalismo hindú».
Los expertos también destacan que es Nigeria el país con la máxima puntuación en cuanto a violencia (como en años anteriores), debido principalmente a los ganaderos fulani armados, que arrasaron varios cientos de aldeas cristianas, así como a Boko Haram y a una serie de grupos criminales que matan, secuestran y violan con impunidad.
Por el contario, el informe señala que Sudán ha abolido la pena de muerte por apostasía (es decir, por renunciar al islam) y su constitución provisional de 2019 garantiza la libertad de religión, omite la sharía como fuente primaria de derecho y ya no especifica el islam como su religión de Estado.
El director general de Puertas Abiertas Internacional, Dan Ole Shani, ha señalado que, «en un mundo en el que la persecución de los cristianos aumenta sin cesar, sobre todo debido a las restricciones del coronavirus», la buena noticia para los cristianos es que «nunca están solos gracias a la presencia de Dios con ellos, a las oraciones por ellos en todo el mundo y al aumento de la defensa de ellos por parte de las iglesias, las organizaciones y otros que creen en la libertad religiosa».