EFE. LA VANGUARDIA.- La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a las autoridades tunecinas «anular de inmediato» el proceso judicial en curso abierto por ofensas a la religión contra la bloguera Emna Chergui, cofundadora de «Libres pensadores», la primera asociación de ateos creada en el norte de África.
Chergui deberá comparecer mañana en un juzgado de la capital tunecina para responder sobre una publicación satírica que difundió a través de las redes sociales en la que reinterpretraba un texto del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, para convertirlo en una oración por el estallido de la pandemia de la COVID-19.
Desde entonces, no solo ha sido encausada por la Justicia tunecina en una caso vinculado con la libertad de expresión, sino que ha recibido, además, decenas de insultos y amenazas de muerte o de violación que, según AI, las autoridades locales «no han investigado».
«El procesamiento de Emna es otro ejemplo de cómo, a pesar del progreso democrático de Túnez, las autoridades continúan usando la ley represiva para socavar la libertad de expresión», denunció en una nota Amna Guellali, directora adjunta de la organización en el norte de África.
“Es inaceptable que alguien se enfrente a una pena de prisión de hasta tres años solo por compartir una publicación satírica en Facebook. Tal juicio envía un mensaje de que cualquiera que se atreva a expresar una opinión controvertida en las redes sociales corre el riesgo de ser castigado. Por eso, pedimos a las autoridades que cancelen de inmediato el proceso, investiguen las preocupantes amenazas de muerte y violación que ha estado recibiendo y se aseguren de que esté protegida», agregó.
Según la bloguera, de 27 años, las amenazas comenzaron a llegar el mismo 2 de mayo, después de que compartiera una foto que contenía un texto satírico que imitaba el formato de una sura coránica en el que mencionaba que el virus había llegado de China y pedía a las personas que se lavaran las manos.
Dos días después, la policía judicial convocó a Chargui, quien fue interrogada veinticuatro horas después en presencia de su abogado y remitida a un tribunal, esta vez ya sin el letrado.
De acuerdo con la versión de AI, un panel de siete personas la interrogó durante media hora, en una vista que incluyó preguntas relacionadas con su fe y con la visita a un psicoterapeuta, «sugiriendo que podría estar mentalmente perturbada».
El 6 de mayo, el fiscal del Tribunal de Primera Instancia de Túnez la acusó de «incitar al odio entre religiones a través de medios hostiles o violencia» y de «ofender a las religiones autorizadas», en virtud de los artículos 52 y 53 del Código de prensa tunecino.
De ser declarada culpable, podría ser condenada a una pena máxima de hasta tres años de prisión y una multa de hasta 2.000 dinares tunecinos (unos 600 euros).