EFE.- Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que en 2017 se produjeron en la India más de 200 delitos de odio, aquellos que afectan a minorías religiosas y a los sectores más marginados.
AI lanzó hoy una página web titulada: «Deten el odio», en la que documenta desde septiembre de 2015 los delitos cometidos en la India contra cristianos, musulmanes, intocables (el escalafón más bajo del sistema de castas hindú), transexuales o tribus aborígenes.
«El primer paso para asegurar justicia y poner fin a la impunidad por delitos de odio, en los que la gente es atacada por pertenecer a un grupo determinado, es llamar la atención sobre esos casos», expresó en un comunicado el director de AI en la India, Aakar Patel.
El investigador de Amnistía Internacional encargado del estudio, Arijit Sen, explicó a Efe que recopilaron los datos a través del estudio de los medios de comunicación indios en inglés y hindi, ya que no existen datos oficiales al respecto.
«Es importante para la sociedad civil enfatizar la naturaleza y extensión del asunto y continuaremos documentando delitos de odio hasta 2019», subrayó Sen, que destacó que los datos divulgados son solo una pequeña pero «esencial» representación del problema.
Según AI, en 2017 hubo al menos 201 casos relacionados supuestamente con delitos de odio, entre los que se produjeron 141 contra intocables y 44 contra musulmanes, de los cuales en 69 ocasiones hubo más de un muerto.
En 2016 se produjeron al menos 233 delitos de este tipo, en los cuales en 79 ocasiones hubo alguna muerte, y en los cuatro meses analizados de 2015 hubo 47 casos con 16 incidentes mortales.
El estudio de AI comienza en septiembre de 2015, cuando una banda de radicales hindúes asesinó en su casa de Dadri, a las afueras de Delhi, a un musulmán por supuesta tenencia de carne de vaca, animal considerado sagrado por los hindúes.
A raíz de ese caso los medios de comunicación indios comenzaron a cubrir con más frecuencia casos similares, en los que están implicados grupos hinduistas radicales que patrullan con palos y pistolas atacando a aquellos que creen que matan vacas, un sacrificio que está prohibido por ley en casi toda la India.
La oposición ha acusado reiteradamente al primer ministro indio, Narendra Modi, y a su partido, el nacionalista hindú BJP, de no responder contundentemente a esos grupos radicales.
Casi un año después del incidente de Dadri, Modi rechazó este tipo de grupos afirmando: «La gente que monta negocios en el nombre del ‘gau raksha’ (protección de vacas) me enfada».