EL PERIÓDICO.- La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) acusó hoy a Argelia de perseguir y expulsar a más de 2.000 ciudadanos de Níger y Malí, dentro de «una campaña racista» contra inmigrantes subsaharianos.
En un comunicado, la ONG asegura que entre los expulsados durante las últimas tres semanas hay 300 menores, entre ellos 25 no acompañados.
Explica que «la nueva ola de arrestos comenzó el pasado 22 de septiembre, cuando policías y gendarmes empezaron a detener de forma arbitraria a los inmigrantes en Argel y los suburbios de la capital».
«Investigaciones de AI indican que los arrestos se hicieron en base a razones racistas, ya que no se preocuparon de si los inmigrantes tenían derecho a estar en el país, sin comprobar los pasaportes u otros documentos», agrega la nota, firmada por la directora regional de investigación de AI, Heba Morayef.
Recalca que «algunos de los que han sido arrestados y deportados eran migrantes irregulares, pero otros tenían visados válidos. No existe justificación alguna para perseguir y deportar a cientos de personas por el color de su piel o su país de origen, es un caso flagrante de perfil racial masivo».
Hoy mismo, la agencia de noticias estatal argelina APS informó de la detención de más de 600 ciudadanos nigerinos en la provincia costera de Tizi Ouzu y su traslado en autobuses a la ciudad sureña de Tamanrasset, desde donde serán expulsados a su país.
«Esto y la escalada de arrestos arbitrarios y expulsiones en masa en las recientes semanas revela la actitud profundamente discriminatoria de las autoridades argelinas hacia los inmigrantes del África Subsahariana. Deben poner fin a estos arrestos y deportaciones ilegales», subraya.
AI expresa, asimismo, su preocupación por el incremento de los comentarios xenófobos a nivel público, especialmente entre los medios de comunicación «que los acusan de propagar el sida y quedarse con los trabajos de los argelinos».
«En vez de pisotear los derechos de los inmigrantes y de ordenar expulsiones masivas, las autoridades argelinas deberían intentar contener la discriminación racial y el discurso del odio contra los africanos subsaharianos y reformar las leyes de empleo para que los migrantes se puedan quedar», recomienda AI.
Argelia ya arrestó de la misma forma y en las mismas condiciones a mas de 1.400 inmigrantes subsaharianos en diciembre de 2016, muchos de los cuales fueron expulsados a Níger, según denunció entonces la organización Human Rights Watch.